Expertos internacionales en salud mental piden cambios en las políticas por el "escándalo de derechos humanos"

Una consulta en el médico
Una consulta en el médico - PIXABAY - Archivo
Publicado: miércoles, 17 julio 2019 7:38


MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los hallazgos publicados este martes por una comisión internacional sobre las inequidades en salud experimentadas por las personas con enfermedades mentales dejan al descubierto los drásticos problemas en el abordaje de la salud física de estos enfermos, y recomiendan cambios en las políticas de salud y las innovaciones de tratamiento para abordar lo que se considera un "escándalo de derechos humanos".

La publicación, que aparece este martes en 'The Lancet Psychiatry Commission', contiene un plan para proteger la salud física en personas con enfermedades mentales que es la culminación de más de 12 meses de investigación llevada a cabo por un grupo de trabajo de más de 30 expertos internacionales de la Universidad de Nueva Gales del Sur, del Instituto de Investigación de Salud Traslacional de Universidad de Western Sydney y del Centro Nacional de Excelencia en Salud Mental Juvenil Orygen, en Australia, y de la Universidad de Manchester y el King's College de Londres, en Reino Unido.

El informe pionero de los investigadores tiene cuatro objetivos clave: establecer el alcance de las disparidades de salud física en personas con enfermedades mentales; identificar los factores modificables clave que impulsan la mala salud; presentar iniciativas para la política de salud y servicios clínicos para abordar estos problemas, e identificar áreas prometedoras para futuras investigaciones en soluciones novedosas.

La Comisión de Psiquiatría de Lancet descubrió que una amplia gama de enfermedades mentales están asociadas con una carga de por vida de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares, lo que contribuye a una brecha en la esperanza de vida de alrededor de 20 años menor para las personas con enfermedades mentales.

Los factores de riesgo clave incluyen tasas más altas de tabaquismo, trastornos del sueño, inactividad física, dieta poco saludable, los efectos secundarios de muchos medicamentos psiquiátricos y la falta de acceso a la atención médica adecuada.

Las recomendaciones incluyen adoptar un enfoque de "intervención temprana" para proteger la salud física de las etapas iniciales de la enfermedad, y la provisión de tratamientos multidisciplinarios para el estilo de vida, dirigidos a una variedad de comportamientos saludables, como la actividad física y la alimentación saludable.

Además de esto, también se proporcionan recomendaciones para una mejor integración de la salud física y mental, y el uso basado en la evidencia de medicamentos tanto psiquiátricos como cardioprotectores para personas con enfermedades mentales.

El presidente de la comisión, el doctor Joseph Firth, investigador principal del Instituto de Investigación de Salud Traslacional de Universidad de Western Sydney e investigador honorario en la Universidad de Manchester, asegura que el estudio es un paso importante para abordar las profundas y profundas desigualdades en salud física experimentadas por Personas con enfermedad mental.

"Las disparidades en los resultados de salud física para las personas con enfermedades mentales se consideran actualmente un escándalo de derechos humanos --alerta Firth-- Los pacientes con enfermedades mentales graves tienen de dos a tres veces más probabilidades de padecer obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares, lo que repercute en la calidad de vida y la recuperación, al tiempo que contribuye a una brecha de 20 años en la esperanza de vida que actualmente experimenta esta población desatendida".

"Estas comorbilidades comienzan a surgir desde el principio y afectan a las personas con enfermedades mentales durante toda la vida. Claramente, la protección de la salud física de las personas con enfermedades mentales debe considerarse una prioridad internacional para reducir la carga personal, social y económica de estas condiciones", advierte el líder de la sección de estilo de vida de la Comisión y académico de UNSW Sydney, el doctor Simon Rosenbaum, quien añade que las intervenciones en el estilo de vida para mejorar la salud física deben convertirse en un componente central de la atención de salud mental, desde el inicio del tratamiento.

"Nuestra comisión descubrió que aunque hay una atención creciente hacia los factores de riesgo del estilo de vida en las enfermedades mentales, todavía existe una falta generalizada de implementación de intervenciones de estilo de vida basadas en la evidencia para estas poblaciones --señala--. Debemos tomar lo que funciona de las intervenciones efectivas para mejorar la actividad física, la dieta y la salud cardiovascular en la población general y encontrar formas innovadoras y rentables para hacer de estas intervenciones una parte estándar de la atención para quienes reciben tratamiento para enfermedades mentales".

Por su parte, el doctor Brendon Stubbs, autor principal de la comisión y profesor clínico del Instituto Nacional de Investigación de la Salud en el King's College de Londres, añade que "las altas tasas de afecciones de salud física evitables en personas con enfermedades mentales deben detenerse. En la comisión hemos establecido ambiciosos objetivos para brindar una oportunidad y direcciones para ayudar a las personas con enfermedades mentales a mejorar su salud física y no solo agregar años a su vida, sino también vida a sus años".

El profesor Jerome Sarris, del Instituto de Investigación de Salud Traslacional de Universidad de Western Sydney, apunta que las grandes disparidades en la salud física que experimentan las personas con enfermedades mentales son un problema de salud continuo y que puede empeorar en algunas áreas y que se necesitan medidas urgentes para proteger esta población vulnerable.

"La conexión entre la salud física y mental ahora está más reconocida que nunca. Aunque esta inequidad está ganando cada vez más atención, se requieren urgentemente más inversiones, intervenciones e investigaciones para abordar la mortalidad prematura y la carga de por vida de la mala salud física asociada con la enfermedad mental", concluye el profesor Sarris.

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