MADRID 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
Más de mil profesionales sanitarios de toda Europa han participado en el informe de consenso acerca de la infección hospitalaria por 'Clostridium difficile' de cara a actualizar las pautas de diagnóstico y tratamiento e identificar las necesidades clínicas no cubiertas, cuyos resultados se han presentado en el encuentro de la Healthcare Infection Society (HIS) celebrada en Lyon (Francia).
Basándose en las puntuaciones de consenso de un total de 1.047 médicos encuestados, las recomendaciones indican un desarrollo futuro de los medios destinados a la infección para asegurar un diagnóstico adecuado y estrategias adecuadas de tratamiento.
Entre éstas han destacado la implementación de los algoritmos claramente definidos para la selección de muestras clínicas, recolección y pruebas en las deposiciones, una mejor definición de tratamiento óptimo de estas infecciones para los pacientes con comorbidades y un mejor control de los antibióticos, incluyendo la formación para todos los profesionales de la salud y la implantación de políticas nacionales que garanticen una vigilancia acorde, prevención, diagnóstico y tratamiento de la infección en Europa.
El doctor Nicola Petrosillo, co-autor del informe y director de departamento del centro nacional de referencia de enfermedades infecciosas Lazzaro Spallanzani en Roma (Italia), el mayor problema al del tratamiento de estas infecciones es la recurrencia, que afecta al 25 por ciento de los pacientes un mes después, ya que causa un aumento del padecimiento del paciente, y también aumenta los costes sanitarios.
De hecho, un estudio alemán ha demostrado que los costes para el tratamiento de los pacientes con 'Clostridium difficile' son 7.000 euros mayores que los costes del tratamiento de pacientes que no sufren la infección, de ahí la importancia de un adecuado diagnóstico y estrategias de tratamiento de una enfermedad "que puede resultar mortal".
Otras recomendaciones resultantes del consenso incluyeron el fortalecimiento de las definiciones de gravedad de la infección; aumento de la colaboración de los hospitales y servicios de cuidados sociales y de salud comunitarios para la mejora del tratamiento; además de los recursos adecuados y aplicación destacada de las medidas de control de las infecciones para limitar la transmisión.