MADRID 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
Expertos han destacado la importancia de la actitud de los pacientes para garantizar la adherencia a los tratamientos, un problema de salud pública que está "muy extendido" en el abordaje de las enfermedades crónicas.
"Las personas somos seres emocionales y si nos sentimos más contentos, aumenta nuestro nivel de confianza en nosotros y también estamos más predispuestos a la acción y a la colaboración, unos factores decisivos para que la adherencia a los tratamientos funcione y sea efectiva", ha dicho la psicóloga en el Gabinete Bonamind y una de las autoras del primer 'Libro Blanco de la Adherencia en España, puesto en marcha por Grupo OAT y la Fundación Weber bajo el Proyecto Adher, Cristina López.
Asimismo, a juicio de la vocal del Comité Científico del Grupo OAT, Pilar de Lucas, dicha actitud, además de ser clave, debe estar basada en el conocimiento de la enfermedad y sus consecuencias, para así comprender y compartir la estrategia del tratamiento con el profesional sanitario.
"Esto es sin duda el primer paso para combatir la enfermedad", ha apuntado la doctora de Lucas, quien añade que "no significa que el paciente infravalore la enfermedad, sino que, entendiendo su magnitud, afronte de manera firme el tratamiento encaminado a su curación o, en cualquier caso, a su control y mejor calidad de vida".
No obstante, según la vocal del Comité Científico del Grupo OAT, entre los médicos no existe suficiente cultura de discutir la estrategia terapéutica con los pacientes, ni se tiene en cuenta el impacto que tanto la enfermedad como el tratamiento tienen en la calidad de vida de estos. "Solemos disponer de varias opciones terapéuticas y hay que buscar la que más se adecue al modo de vida del paciente y, sobre todo, la que mejor se adapte a sus expectativas y necesidades", ha recalcado.
Además, López ha destacado la necesidad de formar a los profesionales sanitarios en habilidades sociales que garanticen que los pacientes reciben la información adecuadamente y se sienten parte activa del proceso. También, esta especialista considera importante poner al paciente en el centro del sistema y trabajar desde los diferentes ámbitos y profesionales implicados de forma coordinada e interrelacionada.
Del mismo modo, aboga por incluir en este trabajo multidisciplinar la figura del psicólogo para implementar las técnicas psicológicas necesarias que favorezcan un cambio positivo en la conducta del paciente, que potencien tanto la evolución positiva de su enfermedad como la adquisición de unos buenos hábitos de salud.
Por su parte, la vocal del Comité Científico del Grupo OAT tiene claro que hay que sustituir el paternalismo, pero sin dejar de dar apoyo al paciente cuando lo necesite. "Hay que dejarle claro que él puede y debe tomar decisiones, pero que nosotros no solo podemos, sino que también debemos ayudarle a ello, aunque los profesionales no podemos estar solos en esto", ha señalado.
Y es que, prosigue, los responsables políticos tienen que poner los medios necesarios para que nuestra labor de información, de ayuda, de acompañamiento, en suma, sea posible a través de estrategias en enfermedades crónicas que contemplen esta necesidad de formación del paciente dentro del plan terapéutico y una mayor relación profesional de la salud-paciente, aumentando los tiempos de consulta, creando más consultas de Enfermería, incorporando la figura de los gestores de caso o haciendo una realidad nacional la historia clínica compartida.