MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres refugiadas y las inmigrantes indocumentadas pueden experimentar un estrés único y continuo después de la migración, además de los eventos traumáticos previos y posteriores a la migración que todos los inmigrantes pueden experimentar. Un nuevo estudio explora las maneras en que los refugiados y los inmigrantes desarrollan resiliencia para hacer frente a estas experiencias.
Muchas de las mujeres dependen de estrategias externas, como la confianza en los apoyos gubernamentales y estrategias internas, como su fe y sus creencias positivas sobre las oportunidades en Estados Unidos. El estudio sugiere que los terapeutas pueden desempeñar papeles importantes de apoyo, creando sistemas de respaldo basados en la comunidad y ofreciendo servicios de salud mental centrados en la cultura a las mujeres inmigrantes.
"Estamos viendo un aumento en la hostilidad hacia los inmigrantes, y también estamos viendo a líderes comunitarios y aliados dar un paso adelante para construir una sociedad más justa en la cual los inmigrantes puedan prosperar", señala la autora principal, la doctora Rachael Goodman, del Colegio de Educación y Desarrollo Humano de la Universidad de Florida, en Estados Unidos.
"Como proveedores de servicios, diseñadores de políticas e investigadores, debemos trabajar en asociación con comunidades de inmigrantes para reducir los daños y promover el bienestar a través de intervenciones clínicas y políticas", propone la autora del estudio que se publica en 'Journal of Counseling & Development'.