MADRID 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
El dolor quintuplica el consumo de recursos sanitarios y supone una carga asistencial elevada en los distintos niveles de atención y gestión sanitaria, lo que conlleva una precisa coordinación entre Administración y distintas especialidades médicas, según han asegurado diversos expertos en la mesa 'Gestión integral del dolor desde una visión asistencial. Best practices en España', patrocinada por Grünenthal Pharma y celebrada durante el XXXII Congreso de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA).
Por este motivo, el subdirector de Calidad del Servicio Madrileño de Salud, Alberto Pardo, ha destacado la necesidad de abordar el dolor desde una perspectiva que permita la "mejora continua" de su calidad, para lo que considera "clave" la estandarización de las prácticas clínicas "más seguras y efectivas", realizar un seguimiento y valoración sistemática mediante escalas del dolor, y establecer indicadores y estándares que evalúen periódicamente los procesos y resultados.
Ante ello, los especialistas reunidos han asegurado que diferentes organismos, tanto nacionales como internacionales, están comprometidos y sensibilizados con la importancia de una gestión integral de esta enfermedad y han hecho hincapié los aspectos "imprescindibles" para llevarla a cabo.
"Tenemos que tener en cuenta la importancia de la formación de profesionales y población general sobre dolor; la coordinación de la atención sanitaria; el establecimiento de programas de mejora de la calidad; y la promoción de la investigación en esta materia", ha comentado Pardo.
Ejemplo de este modelo de gestión es el llamado 'Hospital sin dolor', el cual promueve la atención del dolor de manera integral, sensibilizando tanto a la población como a los profesionales sanitarios. Asimismo, los expertos han destacado la importancia de potenciar el papel de la enfermería en el abordaje de este problema.
"El trabajo que desempeñan estos profesionales no sólo residen en administrar los fármacos, sino que debe incluir la evaluación del bienestar físico y psicológico del paciente; una valoración de la respuesta al tratamiento; así como del control de técnicas no farmacológicas que favorezcan el alivio del dolor como son la comunicación, la empatía, o la educación sanitaria", ha apuntado.
COMITÉS DE ATENCIÓN AL DOLOR
Finalmente, el experto ha recordado que en los últimos años se han incluido entre los objetivos institucionales la valoración del dolor mediante escalas en los servicios asistenciales, la puesta en marcha de líneas de actuación encaminadas a la atención integrada del dolor tanto agudo como crónico y la constitución de comités de atención al dolor en los centros.
"Estos comités son la piedra angular de nuestra estrategia de gestión, ya que son estructuras funcionales que nos permiten incrementar la sensibilización; promover la información y la formación sobre la evaluación y el tratamiento del dolor; así como identificar áreas de mejora", ha zanjado Pardo.