MADRID, 2 Ago. (Reuters/EP) -
Un estudio dirigido por la Unión Africana ha puesto de manifiesto que la desnutrición infantil cuesta a Ghana más de 1.700 millones de euros al año (más de 2.000 millones de dólares) ya que eleva los costes de salud, obstaculiza la productividad laboral y "tensa" al sistema educativo.
Y es que, la desnutrición genera un pobre crecimiento y desarrollo en el niño, lo que, además, le hace vulnerable frente a las infecciones. "El objetivo de eliminar el retraso en el crecimiento de los niños es clave para lograr el objetivo de desarrollo sostenible de 'hambre cero'", ha señalado el director de la oficina de África del Programa Mundial de Alimentos, Thomas Yanga.
Ante ello, el experto ha asegurado que la pérdida de dinero se puede evitar mediante intervenciones estratégicas que garanticen una nutrición adecuada tanto para las madres como para los niños. En este punto, ha reconocido que Ghana ha hecho progresos en la mejora de la nutrición infantil, ya que las tasas de retraso del crecimiento casi se han reducido a la mitad en poco más de una década.
Sin embargo, tal y como ha puntualizado el subdirector regional del PMA para África Occidental y Central, Margot van der Velden, un estudio ha mostrado que en el norte de Ghana, el 30 por ciento de los niños menores de cinco años sufren retraso del crecimiento o la malnutrición crónica.
"Esto no sólo afecta a su crecimiento, sino también su desarrollo educativo y el potencial económico, y por lo tanto el futuro del país", ha apostillado, para recordar que la malnutrición es responsable de casi la totalidad de la mitad de las muertes de niños menores de cinco años en todo el mundo y, junto a las dietas pobres, el principal impulsor de la enfermedades.