MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -
Expertos reunidos en la 'Reunión Less is More', organizada por Ferrer en Madrid, han asegurado que en los próximos meses estará disponible en España una nueva formulación de la polipíldora con una mayor dosis de atorvastatina, lo que abre la puerta a un mayor espectro de pacientes candidatos a ella.
Hasta ahora, la polipíldora cardiovascular aunaba en un solo comprimido la triple terapia que recomiendan las guías para mejorar el pronóstico de un paciente tras un primer evento cardiaco (antiagregante+antihipertensivo IECA+estatina). La dosis de estatina (en concreto, atorvastatina), era de 20 miligramos y ahora estará también disponible con la dosis de 40 miligramos.
"La dosis de 40 mg de atorvastatina amplía el escenario de la polipíldora, que podrá ser utilizada en los pacientes que con la dosis más baja no lograban el objetivo lipídico. Además, podrán beneficiarse de ella, tal y como indican las guías americanas de lípidos, todos los pacientes mayores de 75 años. Más pacientes crónicos estables, e incluso los agudos, podrán beneficiarse de la polipíldora, lo que redundará en una mejor cumplimentación terapéutica y reducirá su riesgo cardiovascular", ha comentado el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, José Ramón González-Juanatey.
Además, prosigue, habrá un importante grupo de paciente a los que se prescribirá la polipíldora antes del alta hospitalaria, para mejorar la cumplimentación y el pronóstico desde el hospital, especialmente aquellos en los que no hay duda de que se logrará el objetivo lipídico, y en aquellos pacientes con muchas comorbilidades que tienen un complejo esquema terapéutico y a los que una simplificación de las tomas les resulta de gran utilidad.
Por tanto, el experto ha valorado la nueva formulación como una estrategia para optimizar, ya desde el alta hospitalaria, la prevención secundaria de estos pacientes, con el objetivo de mejorar los resultados en el manejo de las enfermedades cardiovasculares, que continúan siendo la primera causa de muerte en España.
"Tradicionalmente los hospitales suelen usar los componentes farmacológicos por separado y evitan el uso de tratamientos combinados, ya que este modo de actuar tiene claras ventajas desde el punto de vista de la organización de la Farmacia y la titulación de los tratamientos. Ahora bien, existe un problema no trivial que es el de la conciliación del tratamiento tras el ingreso. Al alta de un proceso agudo los pacientes suelen recibir un tratamiento complejo cuyo seguimiento puede ser problemático", ha señalado el responsable de la consulta de Riesgo Vascular de Medicina Interna del Hospital Universitario de Alcorcón, Carlos Guijarro.
En este sentido, el experto ha comentado que la unificación de diversos componentes farmacológicos en un solo comprimido puede facilitar la adherencia terapéutica. "Si el paciente identifica durante el ingreso hospitalario la polipíldora como el núcleo de su tratamiento protector cardiovascular, es más fácil que el paciente lo asuma como un elemento central de su terapia", ha apostillado.
HACIA LA REDUCCIÓN DE LA RECURRENCIA DEL ICTUS
Por otra parte, el jefe del Servicio de Neurología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Jaime Masjuan, ha informado de que el paciente que ha tenido ya un ictus necesita los tres componentes de la polipíldora para evitar sufrir un nuevo ictus, y por tanto la polipíldora va a contribuir a una mejor adherencia del paciente, porque gran parte de las recurrencias del ictus ocurren porque el paciente abandona el tratamiento precozmente".
Y es que, el ictus es la primera causa de muerte de la mujer en España y la tercera global. En España se producen cada año 110.000 ictus, de tal manera que es uno de los problemas sociosanitarios más importantes. Puesto que, afortunadamente y debido a los avances en la fase aguda del ictus, cada vez son más los pacientes que superan un ictus sin discapacidad, la prevención secundaria cobra una "gran repercusión" porque hay que intentar evitar un segundo episodio.
Hasta ahora en neurología no se ha utilizado demasiado la polipíldora, precisamente porque la dosis de atorvastatina 20 mg resultaba insuficiente para estos pacientes. "Ahora, cuando tengamos la dosis de 40 mg, la prescripción en los pacientes que han sufrido un ictus claramente va a aumentar. Podremos mejorar la adherencia de los pacientes sobre todo a largo plazo, y de esta manera evitaremos muchos nuevos episodios de ictus, con la consecuente reducción del gasto sanitario, ya que cada ictus cuesta al año entre 30.000 y 60.000 euros, según la gravedad y el nivel de dependencia que provocan", ha zanjado Masjuan.