MADRID 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
La terapia fotodinámica es "una poderosa herramienta" contra el cáncer cutáneo y además, un "espectacular tratamiento rejuvenecedor", indicado para las personas con signos de fotoenvejecimiento, como arrugas, adelgazamiento irregular de la epidermis, hiperpigmentación en forma de manchas y formación de arañas vasculares o telangiectasias, según los expertos del Instituto Javier de Benito.
La exposición crónica al sol produce fotoenvejecimiento y cáncer cutáneo. Antes, la única alternativa para el tratamiento de enfermedades malignas y premalignas de la piel --como el carcinoma basocelular superficial o nodular, la queratosis actínica y la enfermedad de Bowen-- era la cirugía o la crioterapia, dejando unas antiestéticas cicatrices en la zona tratada.
La terapia consiste en la combinación de una crema fotosensibilizante y una lámpara de luz roja que elimina las células malignas sin necesidad de cortes ni cicatrices. Se basa en la teoría de la bioestimulación y modulación de la actividad celular y consiste en aplicar sobre la lesión esta crema, cubriendo la piel con un apósito oclusivo durante tres horas.
El metil-aminolevulinato actúa sobre las porfirinas fotoactivas, de forma que, cuando la zona se ilumina con la luz roja durante entre 7 y 9 minutos, se estimula la producción de radicales libres que llevan al proceso de destrucción tumoral, eliminando sólo las células cancerosas, sin dañar sanas.
Su utilización con fines estéticos fue accidental, ya que cuando se trataban las lesiones malignas, se observó cómo mejoraban los tejidos adyacentes. Se trabajó con la idea de extender su aplicación a la piel sana y se descubrió que activa la renovación de las células y dinamiza la producción de colágeno y elastina hasta niveles altos.
Los resultados son "espectaculares" en el tratamiento de acné de leve a moderado y constituye "una alternativa eficaz" para los pacientes cuya piel se ha vuelto resistente a los tratamientos con antibióticos, y para quienes desean evitar las molestias de los ungüentos tópicos o los tratamientos orales con isotretinoína.
En el caso del tratamiento del acné se usa una luz y una sustancia fotosensibilizante que, además de destruir las bacterias, reduce la inflamación y el enrojecimiento asociado con las lesiones de acné.
A corto plazo, se puede sentir inflamación, escozor y sensación de calor tras el tratamiento. Aunque es poco frecuente, algunos pacientes pueden experimentar una reacción alérgica a la solución fotosensibilizante, por lo que, antes de someterse a una terapia fotodinámica, se debe analizar el caso con su médico para estudiar los efectos secundarios, beneficios y riesgos.