Vaticinan que las vacunas del futuro serán "monodosis y comestibles", y descartan un descubrimiento "inmediato" de la vacuna contra el VIH
MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
El catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad Rey Juan Carlos, Angel Gil, aseguró hoy que "no existe una relación causa-efecto" para explicar los efectos adversos de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), tras los casos de dos jóvenes en Valencia.
En el marco de la jornada 'Las vacunas en el siglo XXI: un nuevo paradigma', organizada hoy en Madrid por la Cátedra de Investigación en Vacunas de la Universidad Rey Juan Carlos en colaboración con Farmaindustria, Gil subrayó que las autoridades sanitarias que han intervenido en el caso "no han encontrado nada que justifique la reacción adversa". "Los primeros interesados en saber qué ha pasado son los laboratorios", insistió.
En su intervención, Gil también pronosticó que, "de cara al futuro, las vacunas serán monodosis y comestibles, en el sentido literal de la palabra". Asimismo, descartó "el descubrimiento inmediato" de una vacuna contra el VIH-Sida, y apostó por los cultivos celulares para aumentar la eficacia de la vacuna contra la gripe.
"La producción actual sólo abastece a un 10 por ciento de la población. Si pudiéramos aumentar las dosis a través de los cultivos celulares, en sustitución de los embriones de pollo que se utilizan actualmente, no habría límites", vaticinó.
PROTECCION Y ERRADICACION
Por otro lado, Gil enumeró los principales logros sanitarios asociados a las vacunas que "han permitido erradicar numerosas enfermedades infecciosas", como la viruela o la polio. Además, recordó que la protección que proporcionan "va más allá de la enfermedad en sí" ya que, por ejemplo, la prevención frente al sarampión evita pulmonías, encefalitis y muertes; la vacuna contra gripe previene neumonías, hospitalizaciones y muertes asociadas; y la vacunación contra la varicela previene encefalitis e infecciones estreptocócicas, entre otros casos.
Por otro lado, señaló que las vacunas garantizan la protección frente a los microorganismos productores de enfermedades como bacterias, parásitos, virus y toxinas; y subrayó que "las enfermedades infecciosas matan más adultos que niños".
Por todo ello, el experto insistió en que la vacunación supone "no sólo protección, sino beneficios individuales y para la sociedad". En este sentido, los organizadores del evento insistieron en que las vacunas han evitado cerca de tres millones de muertes y la aparición de diversas discapacidades en alrededor de 750.000 niños. En el aspecto económico, se han reducido las incapacidades permanentes y la pérdida de productividad.
A modo de conclusión, los expertos participantes en la jornada aseguraron que las vacunas "sólo pueden ser útiles" si hay un trabajo conjunto de las autoridades regulatorias, sanitarias, medios de comunicación, profesionales sanitarios, investigadores e industria.