MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Expertos reunidos en la jornada 'Evolucionando con las nuevas tecnologías en arritmias complejas', organizada por Boston Scientific y el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), han abogado por invertir en nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de sistemas sanitarios.
"La incorporación de nuevas tecnologías es una práctica que, además de ofrecer beneficios en la salud, mejora la eficiencia y la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. La sanidad privada apuesta claramente por la inversión en equipos de alta tecnología en las diferentes especialidades, también en el área de la Cardiología", ha comentado el secretario general del IDIS, Juan Abarca.
En este sentido, el director del negocio de Gestión del Ritmo Cardiaco de Boston Scientific, Juan Manuel Valenciano, ha recordado que su compañía ha lanzado tecnologías para tratar arritmias complejas y ha mostrado el compromiso de desarrollar innovaciones significativas para ofrecer a las pacientes la "máxima eficiencia y calidad" en los tratamientos cardiovasculares.
Y es que, las arritmias son una de las patologías más frecuentes en los servicios de urgencias y de cardiología en los hospitales de nuestro país. Se estima que a partir de los 75 años al menos un 10 por ciento de los españoles sufre arritmias, mientras que en edades más tempranas la incidencia puede llegar a ser de más de 100.000 nuevos casos al año.
Por ese motivo, es necesario identificar y diferenciar los múltiples procesos arrítmicos y disponer de tecnologías que permitan un tratamiento eficaz de la mayoría de estos procesos. En esta línea, los expertos han recordado que el sector sanitario privado es un "importante" agente dinamizador y difusor de innovaciones en el entorno tecnológico, ya que cuenta con un equipamiento avanzado y tecnología de "alta complejidad" que le permite llevar a cabo una medicina de excelencia.
"En la Fundación IDIS publicamos cada año la radiografía del sector a través del informe 'Sanidad Privada. Aportando Valor', que recoge el perfil del sector privado como entorno de búsqueda de la excelencia asistencial a través de sus profesionales y de la incorporación de la tecnología más disruptiva y vanguardista en los diferentes ámbitos de la medicina. Y, desde luego, la Cardiología y, en concreto, la Aritmología es un fiel exponente de esta afirmación", ha recalcado el director de desarrollo corporativo y comunicación de IDIS, Fernando Mugarza.
FIBRILACIÓN AURICULAR
Por otra parte, durante el encuentro se ha puesto de manifiesto que cerca de 800.000 personas necesitan tomar anticoagulantes en España, según datos recientes de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). A este respecto, los expertos han informado de que existe una nueva técnica que combina la ablación para el tratamiento de la fibrilación auricular (la arritmia cardiaca crónica más frecuente) con el cierre de la orejuela (apéndice de la aurícula izquierda) en un único procedimiento, con el que se podría evitar el uso de estos fármacos en un 95 por ciento de los casos.
Este procedimiento combinado estaría indicado en pacientes con enfermedades que predispongan a hemorragias, como pueden ser determinadas patologías digestivas o urológicas, o en personas con dificultades para el uso de anticoagulantes.
De hecho, uno de los "principales caballos de batalla" de la electrofisiología cardiaca es conseguir "mejores" señales eléctricas del corazón sin perjudicar al tratamiento. Desde hace 20 años, no solo diagnostican las arritmias a través de catéteres sino que, además, las tratan mediante ablación, es decir, anulando la parte del corazón donde se originan.
"Lo que ocurre es que cuanto menor sea la distancia entre los electrodos, mayor es la fiabilidad del registro de la actividad eléctrica. Pero, al mismo tiempo, para poder llevar a cabo la ablación, es necesario que la punta del catéter tenga alrededor de cuatro milímetros", ha aseverado el director de HM del Centro Integral de Enfermedades Cardiovasculares, Jesús Almendral.
Actualmente existe una nueva tecnología ('Intella Tip Mifi') que aporta una solución al problema: la punta del catéter de ablación integra tres minielectrodos que aumentan las propiedades de localización, validan las características del tejido tratado y proporcionan información a tiempo real sobre la eficacia de la ablación durante el procedimiento.
"Se ha conseguido así resolver la incompatibilidad que había entre tener un electrodo lo más pequeño posible para producir la señal, pero lo suficientemente grande como para realizar el tratamiento. Integra en el mismo extremo del catéter una señal excelente sin comprometer el tamaño necesario para producir la ablación y curar las arritmias", ha informado Almendral.
Por otro lado, las investigaciones en este campo también han buscado mejoras para evitar las muertes súbitas cardiacas. Es el caso de los desfibriladores subcutáneos, los cuales normalizan con una descarga eléctrica las arritmias cardiacas que pueden desembocar en una muerte súbita y cuentan con una sustancial ventaja, ya que su aplicación no requiere ni atravesar vasos sanguíneos ni tocar el corazón.
"Estos desfibriladores están indicados para pacientes que no precisan una función de marcapasos y para aquellos enfermos que han tenido algún tipo de problema con los transvenosos, que se colocan debajo de la clavícula y el cable va por una vena hasta el corazón. Cuando detecta la arritmia, lanza una descarga eléctrica con la que resincroniza el latido cardiaco. La diferencia con el subcutáneo es que en éste, el cable, en vez de discurrir por una vena, se coloca debajo de la piel y esto permite retirarlo de manera mucho más sencilla en caso de complicación", ha zanjado el director de la Unidad de Arritmias y Electrofisiología Cardíaca del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, Miguel Ángel Arias.