MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
El jefe de sección de Endocrinología y Diabetes del Hospital Clínico Universitario de Valencia, Francisco Javier Ampudia-Blasco, ha destacado la necesidad de elaborar, de manera casi urgente, consensos para ayudar a los clínicos a estratificar a los pacientes diabéticos según sus necesidades tecnológicas.
"Todos los pacientes no necesitan la tecnología más sofisticada, sino que es necesario adaptar la tecnología disponible a las necesidades de cada uno para hacer que el sistema sostenible", ha dicho el doctor en declaraciones a Europa Press con motivo de su participación en la Conferencia sobre Tecnologías y Tratamientos Avanzados en Diabetes (ATTD), celebrada este jueves en Barcelona.
En este sentido, Ampudia-Blasco ha destacado el "momento de cambio" en el que se encuentra el abordaje de la diabetes, ya que muchos pacientes están dejando de "pincharse el dedo" para obtener una muestra de sangre y, por ende, conocer su índice glucémico, a utilizar los sistemas de monitorización continua de glucosa.
"Esta monitorización ha supuesto un gran cambio y beneficia tanto a los pacientes que llevan múltiples dosis de insulina como a aquellos que llevan una bomba de insulina", ha explicado el doctor, para subrayar que, además, este tratamiento es "más económico" que otros como, por ejemplo, los sistemas de asa cerrada.
Asimismo, y respecto a qué es más recomendable empezar en primero con monitorización continua de glucosa o con infusión subcutánea continua con insulina (bomba de insulina), Ampudia-Blasco ha abogado por la primera opción ya que consigue beneficios "muy similares e, incluso, superiores".
Dicho esto, ha destacado los beneficios de la monitorización 'flash' de glucosa, con escaneo frecuente, ya que aumenta el tiempo en rango, disminuye el tiempo de hipoglucemia y la variabilidad glucémica, reduciendo con ello también el riesgo de hipoglucemias.
Con todo ello, el doctor ha insistido en la importancia de educar correctamente a los pacientes en el uso de estas tecnologías, ya que de lo contrario estos avances son una "pérdida de dinero". "Si damos tecnología a pacientes que no están bien entrenados no van a sacar los máximos beneficios de la misma", ha zanjado.