MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
El doctor Aleix Cases, de la Universitat de Barcelona, ha resaltado que se necesitan tratamientos que retrasen o eviten la progresión de la enfermedad renal diabética, que se asocia con un peor pronóstico vital, mayor riesgo cardiovascular y de progresión a enfermedad renal terminal, que precisa tratamiento sustitutivo renal en estos pacientes.
De hecho, la principal causa de inicio de tratamiento sustitutivo renal en el mundo occidental, y también en España, es la enfermedad renal diabética. Además, se prevé que la prevalencia de enfermedad renal diabética en sus diferentes estadios aumente en los próximos años, como consecuencia del envejecimiento de la población y el aumento de la obesidad.
"Necesitamos tratamientos que retrasen y/o eviten la progresión de la enfermedad renal en esta población, pues a pesar de un óptimo control de los diferentes factores de riesgo, el riesgo residual sigue siendo actualmente elevado", ha señalado el experto durante una mesa redonda sobre enfermedad cardiorrenal y diabetes que tiene lugar en el marco del XXXI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes (SED).
En su conferencia este experto recordará la prevalencia e implicaciones pronósticas de la enfermedad renal en la diabetes mellitus, las medidas de nefroprotección disponibles en la actualidad y la necesidad de implementarlas en las personas con diabetes, y las evidencias sobre los efectos nefroprotectores de los nuevos agentes hipoglicemiantes, con especial énfasis en los inhibidores del cotransportador sodio- glucosa tipo 2 (iSGLT2) y los agonistas del receptor de GLP-1 basados en análogos de GLP-1 humano (arGLP-1).
Durante las últimas décadas se ha insistido en la necesidad de disponer de fármacos capaces de incidir positivamente en la función renal de las personas con diabetes, un ambicioso objetivo terapéutico que hasta hace solo unos pocos años resultaba muy complejo de alcanzar y con un alcance muy limitado. Ahora, como apunta Cases, "y tras 20 años de 'travesía en el desierto' en el campo de la nefroprotección en diabetes, y yendo un paso más allá del uso de los inhibidores del sistema renina angiotensina, se han introducido nuevos agentes hipoglicemiantes que están demostrando protección cardiovascular y renal, más allá del control glicémico".
Los iSGLT-2 y los arGLP-1 han demostrado su capacidad para aportar beneficios cardio-vásculo-renales que son independientes de su efecto reductor de la hiperglucemia. "Gracias a estos fármacos, podemos hoy en día modificar el pronóstico de la enfermedad cardiovascular y renal de las personas con diabetes de tipo 2", indica Cases.