MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El jefe de la Unidad de Medicina Intensiva del Hospital Ruber Internacional, Andrés Carretero, ha resaltado los beneficios de ECMO, un sistema de asistencia mecánica que deja respirar al pulmón, y que el centro sanitario madrileño usa desde hace dos años.
La ventilación mecánica es la principal herramienta para controlar y apoyar las soluciones en las que se produce una insuficiencia respiratoria secundaria a múltiples patologías. El problema es que en determinadas patologías y en función de la duración de la ventilación mecánica y del modo ventilatorio que sea necesario utilizar, se pueden producir múltiples efectos secundarios y numerosas complicaciones, como barotrauma, lesiones pulmonares asociadas a la ventilación, neumonía asociada a la ventilación o trastornos hemodinámicos.
Para este tipo de casos, el expero resalta ECMO, un sistema de asistencia mecánica circulatoria y respiratoria capaz de oxigenar y ventilar la sangre del paciente en casos de insuficiencia cardiaca o respiratoria refractarias a tratamiento intensivo, mediante la extracción de la sangre del paciente a un circuito extracorpóreo, que consta de un oxigenador de membrana y permite realizar la función respiratoria fuera de los pulmones enfermos o incapaces de realizar su función (ECMO venovenoso).
Durante el tiempo que se utiliza el sistema, se permite un reposo total a los pulmones o parcial (mediante el uso de un modo ventilatorio que se conoce como ventilación hiperprotectora o heipercapnia permisiva), con el objetivo de lograr una recuperación total o parcial de los mismos. La técnica puede utilizarse desde unos pocos días a varias semanas sin interrupción.
El sistema ECMO consta de dos modelos, el venovenoso (ECMO VV) y venoarterial (ECMO VA). Ambos cuentan con un circuito externo artificial al que se transporta la sangre del paciente fuera de su organismo. En el caso del venovenoso, la sangre se extrae por medio de una cánula o tubo de drenaje que se coloca generalmente en la vena femoral del paciente. Mediante una bomba centrífuga, la sangre es transportada a un oxigenador donde se le aporta oxígeno y se elimina el exceso de CO2. La sangre regresa al cuerpo por una cánula de entrada, que suele ser la vena yugular interna derecha. Los pulmones siguen trabajando mientras se produce este proceso, pero a un ritmo más bajo.
"Este sistema permite darles reposo al hacer por ellos la mayor parte del trabajo para que en unos días te permita volver a la situación de ventilación mecánica estándar", detalla el experto. El ECMO VV está indicado para pacientes con insuficiencia respiratoria aguda grave potencialmente reversible y como puente al trasplante pulmonar. También en casos donde hay una disfunción primaria de un injerto pulmonar.
En cualquier caso, en situaciones de insuficiencia respiratoria, el sistema ECMO nunca es la primera opción. "Tienes que haber intentado primero una ventilación mecánica estándar y otras maniobras (como la ventilación en prono...)", asegura Carretero. Una vez que se ha estabilizado al paciente, el siguiente paso es regresar a la ventilación mecánica estándar.
ECMO tiene contraindicaciones en los casos de daño neurológico irreversible, neoplasia maligna activa o enfermedad concomitante terminal, así como en aquellos que corresponden a una valoración personal de cada caso (mayores de 70 años) o la obesidad mórbida.