Los lactantes son los que más padecen la meningitis bacteriana de forma directa, seguido por los adolescentes, que son los principales colonizados por las bacterias
MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
Con motivo del Día Mundial de la Meningitis, que se celebrará este martes, el doctor Antonio Conejo, coordinador de la Unidad de Pediatría del Hospital Vithas Xanit, ha insistido en que la vacunación es la principal medida de prevención de la que se dispone.
Existen tres tipos diferentes de meningitis: las víricas, que son las más comunes y que están producidas por multitud de virus diferentes; las bacterianas, producidas por distintas bacterias, son las más graves, siendo las bacterias más frecuentes actualmente en nuestro entorno el meningococo y el neumococo; y la meningitis tuberculosa.
"En el caso de la enfermedad invasora por meningococo, todavía conlleva a día de hoy riesgo de fallecimiento y de secuelas permanentes, con gran impacto en el paciente, su familia y su entorno, siendo la vacunación la principal herramienta para su prevención", ha explicado el especialista, quien matiza que es importante destacar que pese a la gravedad potencial de la enfermedad, actualmente es un cuadro "infrecuente" en España, produciéndose la mayoría de los casos en menores de 5 años y mayores de 65.
Aunque la mayoría de los casos se dan en paciente menores de cinco años, principalmente menores de un año, hay que tener en cuenta que las principales edades que llevan en su nasofaringe este meningococo son los adolescentes y que son ellos los que diseminan la enfermedad al resto de edades.
Este el motivo por el que interesa mucho la vacunación en estos dos grupos: "Los lactantes (menores de 1 año), porque son los que más padecen la enfermedad de forma directa y los adolescentes, porque son los segundos en frecuencia que sufren la enfermedad y porque son ellos los principales colonizados por el meningococo".
Los síntomas de todas las meningitis dependen de la edad del paciente. En general, cuanto más pequeño es el niño, más inespecíficos serán los síntomas, aunque la fiebre está presente en prácticamente todos los casos. En recién nacidos y niños pequeños, además, puede aparecer irritabilidad o somnolencia. En niños mayores, es más común el dolor de cabeza, los vómitos, la rigidez cervical o la tendencia al sueño. En todos los casos pueden aparecer convulsiones u otros signos de afectación neurológica.
En cualquier caso, es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser inespecíficos y acompañar a cualquier otro proceso infeccioso banal, por lo que, ante la duda, es fundamental la valoración el paciente por un pediatra.
Con respecto a los tratamientos, el doctor explica que en el caso de la meningitis vírica no se precisa tratamiento casi en ningún caso. "Al igual que sucede en muchas otras infecciones virales, son procesos banales que se curan solos pasados unos pocos días, por lo que el único tratamiento son los analgésicos habituales para controlar los posibles síntomas. Muchos de ellos ni siquiera necesitan ingreso hospitalario, pudiendo tratarse en casa", puntualiza.
No obstante, apunta que una excepción importante es el caso de la infección por el virus del herpes (meningoencefalitis herpética), que sí es un cuadro muy grave que necesita ingreso hospitalario, a veces en UCIP, y tratamiento antiviral intravenoso prolongado.
La meningitis bacteriana necesita en todos los casos ingreso hospitalario y tratamiento antibiótico intravenoso, a veces con más de un antibiótico hasta que se identifique el germen causal. Además, se pueden necesitar otros tratamientos según el caso, como corticoides, antiepilépticos o líquidos intravenosos.