MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
El director del Grupo de Biomateriales del Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Julio San Román, ha asegurado que prácticamente todos los problemas que afectan a la visión se pueden corregir con una lente intraocular (LIO), si bien ha destacado la importancia de elegir "cuidadosamente" el tipo para que el ojo no responda de forma negativa.
"A día de hoy, todo eso está controlado por la propia elección del material o incluso por las modificaciones del material de forma superficial, de tal manera que evite interacciones con las células que den lugar a alteraciones de la capacidad de la lente para transmitir la luz", ha señalado durante el simposio 'Del laboratorio al ojo', organizado por Alcon en el marco del 32º Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva (SECOIR).
Se trata de lentes que se implantan quirúrgicamente de forma permanente para reemplazar a la lente natural afectada por una catarata. La función principal de la LIO es restablecer la capacidad del cristalino de enfocar la luz en la parte posterior del ojo (retina), perdida ante un trastorno de catarata, con el fin de recuperar calidad de visión y, en ciertos casos, solucionar en la misma operación otras anomalías oculares como los errores refractivos.
"Los tres aspectos fundamentales para diseñar y elegir un material de un dispositivo ocular son la flexibilidad, la estabilidad en las condiciones fisiológicas del ojo y el control de los grados de hidratación. Lógicamente siempre deberán ser materiales transparentes y amorfos para que su aplicación en el ojo no de lugar a la formación de estructuras cristalinas u orientadas que puedan provocar una opalescencia", ha añadido el moderador del simposio y director médico de las Clínicas que el Grupo Oftalvist posee en Andalucía, Ramón Ruiz Mesa.
En el simposio también se ha evaluado el proceso de manufactura de la lente, de la mano del Chief Scientific Officer de Alcon Irlanda, Barry Walsh, y las implicaciones ópticas y clínicas del material elegido en sendas ponencias a cargo del director del Programa de Doctorado de la Facultad de Óptica de la Universidad de Valencia, Alejandro Cerviño, y el doctor Ruiz Mesa.
Respecto a la fabricación, Ruiz Mesa ha señalado que la LIO va a quedarse por "muchísimo" tiempo en el ojo, con lo cual el material es fundamental para que tenga una larga vida con un mejor resultado, no tanto recién implantado, sino durante todos los años que va a estar implantado. Por tanto, a su juicio, la manufactura y el tipo de material son esenciales para que perdure en el ojo.
"Además, en relación a su uso en la misma cirugía de catarata señala que necesitamos saber los pros y contras de cada una de ellas para indicar a cada persona su lente idónea. Es decir, es importante personalizar la cirugía en función de la demanda, hábitos de vida y laborales del paciente en sí", ha añadido .
Por último, también se han evaluado los próximos avances en el campo de las LIOs. "Estos progresos estarán sujetos a que la compatibilidad y la respuesta del organismo a largo plazo sea la mejor posible. Para ello, existen técnicas de plasma, que son modificaciones de la estructura superficial de la lente, de tal manera que tienen menores posibilidades de respuesta celular en el organismo humano. Seguramente el mayor reto de cara al futuro próximo es conseguir que esta respuesta celular frente a las LIOs sea algo totalmente inexistente", ha zanjado San Román.