MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
La utilización de una terapia intensa con ultrasonidos es "interesante" antes de llevar a cabo una intervención quirúrgica para pacientes resistentes a los tratamientos convencionales en la fascitis plantar refractaria, ha indicado el director de la unidad de Salud Deportiva de Vithas Internacional, el doctor Juan A. Corbalán.
La fascistis plantar es una inflamación del tejido conectivo que sostiene la planta del pie. Se produce cuando la fascia sufre un desgarro, una rotura o una distensión, provocando en el paciente síntomas muy dolorosos.
Aunque muchos casos pueden resolverse aplicando medidas conservadoras, en torno a un 10 por ciento de los pacientes afectados continúan con los síntomas más allá de un año, produciéndose la fascitis plantar refractaria.
"Este dispositivo actúa como un bisturí invisible, ya que nos permite administrar el tratamiento en el lugar exacto de la lesión, por debajo de la piel, sin dañar ningún tejido y sin cirugía", ha explicado el experto del centro sanitario, que ha incorporado un ultrasonido terapéutico intenso.
El ultrasonido de alta intensidad trabaja bajo la superficie de la piel y hace pequeñas ablaciones térmicas en los tejidos a tratar, como los tendones, ligamentos y otros tejidos blandos para estimular el crecimiento de colágeno y la regeneración del tejido conectivo.
Además de la fascitis plantar, mediante esta tecnología se pueden abordar otro tipo de tendinopatías crónicas que no responden a los tratamientos convencionales en aras de evitar la cirugía abierta, como la epitrocleitis, epicondilitis, o tendinopatías de rotuliano y Aquiles.
El paciente recibe el tratamiento en consulta, no resulta doloroso y tiene una duración inferior a los 30 minutos. La inflamación y el dolor se reducen progresivamente entre los primeros días posteriores al tratamiento. En la quinta semana es a partir de la cual el paciente nota los mayores beneficios.
En ocasiones es necesaria una segunda sesión entre la cuarta y la quinta, pero los estudios realizados hasta el momento evidencian una reducción significativa del dolor.