MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
El experto en Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, Manuel García, ha explicado que la cirugía láser aporta múltiples ventajas frente a la cirugía tradicional en la fistula perianal y el sinus pilonidal, como menos dolor para el paciente o un tiempo de recuperación más corto.
Una fístula perianal es una comunicación entre la mucosa interna del canal anal y la piel, como consecuencia de una infección que, en la mayoría de los casos, se produce por la obstrucción de unas glándulas localizadas en el canal anal.
Según la Guía 'Patología anorrectal para Medicina de Familia y Cirugía General', publicada este mismo año, se estima que alrededor del 2 por ciento de la población presentará un absceso anal o fístula a lo largo de su vida.
Además, el sinus pilonidal es también una patología muy frecuente que afecta fundamentalmente a la población joven, con una edad media de presentación entre los 19-21 años. Se trata de una cavidad que se produce en el pliegue de los glúteos como consecuencia de la infección de un folículo piloso.
Para tratar estas patologías, el servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Servicio dirigido por la doctora Silvia Conde del Hospital Quirónsalud Valle del Henares ha incorporado la cirugía láser, impulsada por el doctor Manuel García.
El experto ha asegurado que, 'a priori', cualquier paciente que presente una fístula perianal o sinus pilonidal puede ser candidato a la cirugía láser, sin embargo la dificultad de la técnica quirúrgica aumenta cuando el paciente presenta distintos trayectos fistulosos, al igual que en la cirugía convencional.
Por otro lado, "aquellos pacientes con antecedentes de cirugía perianal obstétrica previa o fistulas que involucran el aparato esfinteriano tienen mayor riesgo de incontinencia anal y es aquí donde la cirugía láser aporta una gran ventaja respecto a la cirugía convencional realizada hasta ahora", ha explicado García.
VENTAJAS DE LA CIRUGÍA LÁSER
Respecto a las ventajas de la cirugía láser, García ha asegurado que son múltiples, al tratarse de un tratamiento quirúrgico mínimamente invasivo que puede realizarse en régimen ambulatorio, como menor inflamación y dolor postoperatorio, lo que se traduce en menor tiempo de recuperación e incorporación más rápida a la vida cotidiana.
"Además, produce menor agresión quirúrgica y sin heridas que precisen curas durante periodos prolongados, permite la preservación del aparato esfinteriano sin riesgo de incontinencia anal y ofrece la posibilidad de repetir el tratamiento sin que ello conlleve un aumento de complicaciones postoperarorias, a diferencia de la cirugía convencional", ha añadido el experto.
Por otro lado, la cirugía láser permite en la mayoría de casos tratar la fístula perianal de manera más rápida que la cirugía convencional, puesto que no precisa un tratamiento previo tan prolongado, ha indicado.
En el caso del sinus pilonidal, García ha resaltado que el mayor beneficio del tratamiento láser reside en que permite un tratamiento sin herida a diferencia de la cirugía convencional, lo que evita que el paciente tenga que realizar curas diarias de la herida quirúrgica que en muchos casos se prolongan durante meses, sin embargo, García ha advertido que no puede emplearse en todos los casos, sino que debe realizarse una valoración individualizada en cada caso.
Asimismo, la mayoría de fístulas perianales precisan un tratamiento previo a la cirugía definitiva, independientemente de si hacemos cirugía convencional o cirugía láser, ha explicado García.
El tratamiento consiste en la inserción de un seton (hilo de plástico o seda) que permite el drenaje correcto de la infección. En caso de realizar cirugía láser el tiempo medio con seton que necesita el paciente previo a la cirugía es de 2 meses, sin embargo, en caso de la cirugía convencional puede variar, siendo en algunos casos incluso mayor a 1 año.