GRANADA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigadoras de la Universidad de Granada (UGR) han recomendado a los padres que, durante el confinamiento en casa por la crisis sanitaria del coronavirus, no organicen a todas horas las actividades y tareas que sus hijos deben realizar, sino que fomenten su autonomía y su capacidad para la regulación del tiempo.
"En estos días de encierro debemos dejar un espacio para que los niños jueguen libremente, para que creen, imaginen, se muevan, salten o corran, aunque puedan molestar a los vecinos, y, en definitiva, para que sean dueños de su propio tiempo y juegos", explican Charo Rueda y Lina Cómbita, psicólogas del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva del Desarrollo de la UGR y fundadoras de Neuromindset, empresa de base tecnológica ddedicada al fomento de las habilidades cognitivas y emocionales en los niños.
El juego libre fomenta habilidades mentales tan importantes como la creatividad, el autocontrol, la flexibilidad mental y la autonomía, así es que hay que dejar de lado la sensación de que los niños "están perdiendo el tiempo", o que está en manos de los adultos estimularles todo el tiempo, según ha informado la UGR en una nota de prensa.
Las investigadoras también recomiendan que, durante el tiempo de confinamiento requerido por la situación de alerta debido al COVID-19, es necesario limitar a los niños el uso de las pantallas porque afecta a la capacidad de atención y autocontrol de los niños, y también a su estado de ánimo. "Los niños y niñas que pasan demasiado tiempo mirando la tele o jugando videojuegos, generalmente están más irritables, enfadados, sensibles y muchas veces llorones", indican las expertas.
Charo Rueda y Lina Combita destacan que es importante mantener la rutina del día para los niños, estableciendo todos los días el mismo horario de aseo personal, cambio de ropa, horas de comida y lo más importante, de ritmos de sueño. "Debemos incorporar a los niños en esta planificación, escribiendo el horario en un tablón o cartulina que esté accesible para ellos y que puedan consultar fácilmente".
Además, hay que evitar transmitir a los pequeños de la casa una sensación de pánico/ansiedad en relación al coronavirus. "Es necesario estar informado, pero conviene evitar que el coronavirus sea el único tema del que se habla en familia. En especial, los niños y niñas más pequeños tendrán dificultad para comprender la información al respecto del coronavirus, por su dificultad para comprender conceptos abstractos. Debemos limitar nuestro propio uso y consumo de información para tener más espacio mental, más tranquilidad y más claridad emocional para sobrellevar estos días en compañía de los niños", indican las expertas de la UGR.
Este encierro debe servir para fomentar la cohesión de la familia: realizar actividades juntos, conversar, exponer ideas, opiniones, contar historias en grupo o hablar de historias de la familia. "Es el momento de hablar con nuestros hijos, de ver fotos de álbumes de la familia, recordar tradiciones y compartir vivencias. Contar historias de cuando las madres y padres eran niños suele despertar el interés de los niños, que no están acostumbrados a pensar que sus padres fueron niños. Hoy en día, que vivimos tan deprisa, no tenemos tiempo para hacer aquello que hacían nuestros abuelos y nuestros padres: sentarse a contar las historias de su juventud, las creencias que se tenían, o los mitos en los que se creía".
Rueda y Cómbita recomiendan que los pequeños de la casa lean durante este encierro, "porque la lectura fortalece la atención, la memoria de trabajo, la autorregulación y la creatividad de los niños, y es una fuente importante de desarrollo del lenguaje y la inteligencia".
En último lugar, las psicólogas de la UGR recomiendan cuidar la alimentación y hacer ejercicio en la medida de lo posible durante el confinamiento. "Dado que la movilidad se va a reducir drásticamente, es importante reducir el consumo de alimentos con alto contenido calórico. En general siempre, pero en particular en las condiciones de confinamiento en casa, conviene reducir y restringir el consumo excesivo de azúcares, además de hacer rutinas de ejercicio físico, planteando juegos que impliquen moverse".