MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
La doctora Reyes Ferreiro, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, ha detallado que los nuevos inhibidores de la mutación BRAF suponen "un nuevo escenario terapéutico" en cáncer colorectal metastásico", en combinación con otros fármacos como los inhibidores antiEGFR acompañados o no de los inhibidores de MEK.
La experta explica que entre los pacientes con cáncer colorrectal metastásico con mutación de BRAF, la más frecuente es la mutación V600E. "Esta mutación confiere un curso de la enfermedad más rápido y agresivo, con un impacto negativo en la supervivencia de los pacientes. Es más frecuente encontrarla en mujeres y pacientes de edad avanzada, con localización tumoral en el colon derecho. Además de peor pronóstico, para estos pacientes no existe un estándar de tratamiento efectivo con resultados duraderos", ha detallado en la sesión 'La importancia de la mutación BRAF', organizada por Pierre Fabre en el marco del Simposio Revisiones en Cáncer, organizado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Entre el 8 y el 15 por ciento de los pacientes con cáncer colorrectal metastásico presentan una mutación BRAF1. En el caso del melanoma cutáneo, aproximadamente la mitad de los pacientes. Hasta ahora, el pronóstico de la mayoría de estos pacientes era peor y, sus opciones de tratamiento, más limitadas. Sin embargo, la llegada de una nueva generación de inhibidores de BRAF ha cambiado el paradigma y los primeros resultados de los estudios apuntan a una mejora de la supervivencia.
En el caso el cáncer colorrectal, la irrupción de los inhibidores de BRAF es especialmente significativa, dado que se trata de uno de los tumores más prevalentes. En concreto, Ferreiro apunta a los resultados del estudio multicéntrico en fase III 'BEACON' que muestra "de forma significativa, mejoría de los parámetros de tasa de respuesta, supervivencia libre de progresión y supervivencia global" con la combinación de inhibidor BRAF frente al tratamiento convencional (quimioterapia e inhibidor de antiEGFR).
En el caso del melanoma cutáneo, el cáncer de piel más agresivo, la doctora María Quindós, del Servicio de Oncología Médica del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña, ha concretado que "entre el 40 y el 60 por ciento de los pacientes con melanoma cutáneo presentan una mutación activadora en el gen BRAF". "En España, aproximadamente, la mitad de los pacientes con melanoma avanzado presentan la mutación BRAF V600. Estas mutaciones son más frecuentes en melanomas que se desarrollan en la piel expuesta al sol de forma intermitente, pero sin daño solar crónico", ha pormenorizado.
Para tratar a estos pacientes, las investigaciones se están encaminando a combinar la terapia dirigida con inhibidores BRAF e inhibidores MEK y la inmunoterapia, "para obtener la alta probabilidad de respuesta de la terapia dirigida y el potencial efecto duradero de la misma con la inmunoterapia", ha argumentado la oncóloga. Los resultados preliminares "son prometedores, con alto porcentaje de respuestas completas y una prometedora eficacia en pacientes con peor pronóstico", ha concluido.