MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
La reumatóloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Esperanza Pato, ha avisado de que no tratar la enfermedad ocular inflamatoria a tiempo puede provocar complicaciones como cataratas, glaucoma, edema macular o, incluso, ceguera.
La experta se ha pronunciado durante el 'Curso Patología Ocular Inflamatoria', organizado por la Sociedad Española de Reumatología (SER) con la colaboración de MSD.
Allí, Pato ha informado de que una de las manifestaciones "más extendidas" de la patología ocular inflamatoria es la uveítis, una inflamación de las distintas capas del ojo y es uno de los síntomas extraarticulares más frecuentes en la evolución de las espondiloartropatías, por encima de la afectación cutánea, intestinal, cardiovascular, pulmonar o neurológica.
Y es que, se estima que en una tercera parte de los pacientes esta afectación se produce por alguna patología reumática como pueden ser la artritis idiopática juvenil (AIJ), la espondilitis anquilosante, la artritis asociada a enteropatías, la artritis reactiva, algunas vasculitis sistémicas y la sarcoidosis, entre otras.
Además, la incidencia de la uveítis en países desarrollados es de 52 por 100.000 habitantes año y supone la tercera causa de ceguera en países desarrollados en pacientes en edad laboral.
"A nivel ocular, las manifestaciones clínicas dependen del tipo de uveítis que se produzca. La uveítis anterior aguda suele doler y causar enrojecimiento ocular y fotofobia (intensa molestia ocular causada por la luz) de aparición más o menos brusca. Pocas veces existe disminución de la agudeza visual y, si aparece, suele ser leve. Las uveítis anteriores crónicas pueden tener, sin embargo, un mínimo de síntomas y ponerse de manifiesto en exploraciones rutinarias o por la existencia de complicaciones. En la uveítis posterior existe disminución de la agudeza visual, visión de moscas volantes y ocasionalmente fotofobia, no suelen existir dolor ni enrojecimiento ocular", ha explicado.
Asimismo, prosigue, en las uveítis anteriores (que afectan a la parte anterior del ojo) el pilar de tratamiento es el tratamiento tópico, con colirios oculares (corticoides, antiinflamatorios, midriáticos o colirios que disminuyen la tensión en el ojo), y en las uveítis posteriores e intermedias (afectan al polo posterior) el tratamiento puede ser tópico, con colirios o con inyecciones intraoculares que se aplican en la consulta con anestesia local.
"No obstante, en la mayoría de estos casos se requiere terapia sistémica (corticoides sistémicos, inmunosupresores, tratamientos biológicos). En las panuveítis (afectan a ambas zonas) se utilizan los dos tipos de terapia: colirios y fármacos por vía oral", ha apostillado.