MADRID 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
La doctora Felicia Alexandra Hanzu, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic de Barcelona, con motivo de la celebración del Día Mundial del Síndrome de Cushing, que se celebra este viernes, ha avalado los actuales tratamientos y beneficios terapéuticos existentes que permiten "llevar una vida normal".
La experta ha participado en una campaña de concienciación sobre esta afección que se ha lanzado bajo el lema 'Desvelando los misterios del síndrome de Cushing'. La acción , desarrollada por HRA Pharma Rare Diseases, en colaboración con el Hospital Clínic, la Universitat de Barcelona y el Instituto de Investigación IDIBAPS, proyecta, a través de historias personales de pacientes, el éxito de los actuales tratamientos para este trastorno hormonal.
El síndrome de Cushing es una enfermedad rara causada por una lesión en la pituitaria o glándula hipofisaria, que está situada en la base del cráneo. En ocasiones, la lesión puede proceder de las glándulas adrenales o glándulas suprarrenales, cuya ubicación hay que buscarla encima del riñón. Las dos alteraciones comportan que se secrete más cortisol, ya sea de forma directa (si la lesión está a nivel de la glándula adrenal), o de forma indirecta (debido a la hormona que sale de la hipófisis y estimula la glándula adrenal).
"Todos los pacientes de síndrome de Cushing presentan niveles muy altos de cortisol prácticamente durante todo el día. El ritmo circadiano que impera en los sujetos sanos comporta que los niveles de cortisol estén muy altos por la mañana y muy bajos por la noche, pero cuando hay un nódulo en la hipófisis, en la glándula adrenal o en otra parte del cuerpo que fomente la secreción de cortisol o ayude a su síntesis, las cantidades de esta hormona se mantienen elevadas durante casi toda la jornada de 24 horas", ha señalado Hanzu.
Los síntomas más comunes de esta patología remiten a aumento de peso, cansancio, cara redondeada, acumulación de grasa en la parte posterior del cuello y los hombros, alteraciones de los lípidos, de la insulina y de la glucosa, baja defensa frente a las infecciones, alteraciones de las hormonas sexuales, osteoporosis, trastornos de coagulación, y cuadros de depresión y ansiedad.