MADRID 3 May. (EUROPA PRESS) -
Dar el biberón a los niños para dormir es un pésimo hábito bucal pues puede provocar la aparición de la llamada 'caries del biberón' que resulta especialmente agresiva y puede afectar a niños muy pequeños, según explicó la odontóloga de Clínicas Vital Dent, Olga Prieto.
Con el fin de prevenir estas caries, Prieto recomendó que si se deja al niño dormido con el biberón, después "se le limpie con una gasa y agua o bien darle un biberón con agua para lograr una mínima limpieza".
Cuando se da el caso, el tratamiento para los niños es igual que una caries de un diente definitivo, por tanto "se les debe empastar cuanto antes porque el diente se puede infectar gravemente", explicó. Hay que tener en cuenta que "los dientes de leche son más frágiles que los definitivos, además de que los niños sufren los dolores más intensamente y llevan peor las visitas al dentista", afirmó la experta.
En este sentido, aconsejó a los padres, que "acostumbren a los niños a tener la boca limpia desde pequeños". A los bebés sin dientes "hay que limpiarles con gasas con agua y cuando empiezan a salir los dientes, cepillarlos con pasta de dientes sin flúor hasta que sepan escupir", explicó. Cuando el niño aprenda a escupir "se podrá usar una pasta específica para niños y será el momento de enseñarles la importancia del hábito del hilo dental".
Hasta que el niño tiene año y medio, el hábito de la succión es natural y no produce ningún problema, "por lo que se puede usar el chupete sin preocupaciones", señaló Prieto. Pero a partir de esta edad, esta costumbre "puede provocar un cambio en la posición de los dientes y darse malas posiciones dentales, como la de mordida abierta", explicó. Esta mala postura puede ser la causante de un aumento de infecciones y caries.
Si el hábito del chupete continua a partir de los 4 años, "se podrían llegar a dar deformaciones en la estructura ósea, lo que conlleva complicaciones más intensas, ya que a la hora de erupcionar los dientes definitivos podría afectar a la estructura bucal", aseguró.
Así, la odontóloga explicó que hay que eliminar a los niños "los hábitos que empujan al diente cuando sale, pues esto es lo que va a cambiar la posición del diente definitivo". Igualmente, mientras crecen los dientes definitivos es "importante mantener los hábitos de limpieza normales".
Igualmente, recordó que la alimentación equilibrada es importante también para los dientes y recalcó que las chucherías "son mucho más perjudiciales para los dientes de leche" por la fragilidad de estos.