Un examen ocular con un algoritmo podría predecir el riesgo de enfermedad cardíaca

Archivo - Concepto de Dolor en el CorazóN.
Archivo - Concepto de Dolor en el CorazóN. - ALEXLMX/ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 28 noviembre 2022 18:47


MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El riesgo de padecer una enfermedad cardíaca puede predecirse con un simple examen ocular mediante un algoritmo de inteligencia artificial, según una investigación en la que participa la Universidad de Kingston de Londres (Reino Unido).

En concreto, el estudio, publicado en la revista científica 'British Journal of Ophthalmology', ha determinado que los escáneres oculares realizados con inteligencia artificial podrían servir para predecir con rapidez y precisión si una persona tiene un alto riesgo de padecer una enfermedad cardíaca.

Estos resultados podrían allanar el camino para que la detección cardiovascular se realice de forma más rápida y sencilla mediante el uso de cámaras, sin necesidad de realizar análisis de sangre o mediciones de la presión arterial.

Las enfermedades circulatorias, entre ellas las cardiovasculares, las coronarias, la insuficiencia cardíaca y los accidentes cerebrovasculares, son una de las principales causas de enfermedad y muerte en todo el mundo, y en la actualidad son responsables de una de cada cuatro muertes. Aunque existen varios marcos de riesgo, no siempre son capaces de identificar con precisión a quienes desarrollarán o morirán de enfermedades circulatorias.

Como parte del estudio, estos investigadores desarrollaron algoritmos de inteligencia artificial (IA) que podían medir de forma fiable las características de la imagen de la retina, como la anchura de los vasos sanguíneos y su curvatura.

En colaboración con otros investigadores británicos, han demostrado que estas imágenes basadas en la IA podían especificar el riesgo de enfermedades cardiovasculares e ictus y actuar como un biomarcador predictivo alternativo a las puntuaciones de riesgo tradicionales para la salud vascular.

"Gracias a esta investigación, hemos demostrado que un escáner ocular con inteligencia artificial que un oftalmólogo podría realizar de forma rutinaria en la calle es tan bueno como una medida estándar de riesgo cardiovascular. Todo el mundo que acude a la óptica se somete a un escáner ocular y, a diferencia de los métodos estándar que requieren un análisis de sangre por parte del médico de cabecera, este tipo de cribado sólo necesitaría una imagen de la retina y algunos datos, como la edad, si el paciente fuma o no y algunas preguntas relacionadas con su historial médico", ha explicado una de las responsables de la investigación, Sarah Barman.

Este método, que permitiría un cribado más amplio de la población de forma no invasiva que podría conducir a tratamientos preventivos tempranos para aquellos que se encuentren en mayor riesgo, "tiene un potencial considerable".

Los investigadores desarrollaron un algoritmo totalmente automatizado con IA, llamado QUARTZ, para evaluar el potencial de las imágenes de la vasculatura de la retina junto con los factores de riesgo conocidos para predecir la salud vascular y la muerte. El algoritmo puede evaluar una sola imagen de la retina en menos de un minuto.

Las imágenes de la retina de 88.052 participantes del Biobanco del Reino Unido con edades comprendidas entre los 40 y los 69 años se escanearon con el algoritmo, observando específicamente la anchura, el área de los vasos y el grado de curvatura de los mismos para desarrollar modelos de predicción de ictus, infarto de miocardio y muerte por enfermedad circulatoria.

A continuación, estos modelos se aplicaron a las imágenes de la retina de 7.411 participantes, de entre 48 y 92 años, del estudio European Prospective Investigation into Cancer (EPIC)-Norfolk.

El rendimiento de QUARTZ se comparó con el marco ampliamente utilizado de las puntuaciones de riesgo de Framingham. Se realizó un seguimiento de la salud de los participantes durante una media de siete a nueve años, y se comprobó que una puntuación de riesgo no invasiva basada en la edad, el sexo, el tabaquismo, los antecedentes médicos y la vasculatura de la retina funcionaba tan bien como el marco de Framingham.