MADRID 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las lesiones de menisco son, junto a las del ligamento cruzado anterior, las lesiones de rodillas más prevalentes entre deportistas por lo que es clave escuchar tu cuerpo cuando sientes dolor o molestias y saber que factores como el peso, la masa muscular, los impactos y la postura son claves para prevenir este tipo de lesiones.
Así lo apuntan los especialistas en Traumatología del Centro Médico Quirónsalud Plaza Euskadi, los doctores Nuria Urquiza y Miguel Ángel Romero. En primer lugar es clave controlar el peso ya que cada kilogramo adicional ejerce una presión extra sobre las articulaciones, aumentando el riesgo de lesiones de menisco y otros problemas. Mantener un peso saludable puede reducir significativamente esta carga y proteger tus rodillas a largo plazo.
También se debe fortalecer los músculos que rodean la rodilla, como el cuádriceps y los isquiotibiales, ya que estos actúan como un sistema de soporte natural. Incorpora ejercicios de fortalecimiento muscular para ayudar a proteger tus rodillas y reducir la carga sobre el menisco.
Realizar actividades de alto impacto como correr sobre superficies duras, pueden aumentar el riesgo de lesiones de menisco. Por ello, se deben considerar alternativas de bajo impacto, como nadar o andar en bicicleta, para reducir la tensión en tus rodillas sin comprometer tu nivel de actividad física.
Por último, es clave mantener una postura adecuada al caminar, correr y realizar actividades diarias ya que puede ayudar a distribuir el peso de manera uniforme y reducir la presión sobre las rodillas; y escuchar tu cuerpo, sin ignorar las señales de advertencia, como dolor o molestias en las rodillas. Si experimentas algún síntoma de lesión, como inflamación o dificultad para mover la articulación, acude a especialista en traumatología.
"La prevención es fundamental cuando se trata de proteger nuestras rodillas y evitar lesiones de menisco", afirma la doctora Nuria Urquiza, especialista en lesiones deportivas. El traumatólogo Miguel Ángel Romero destaca que el sobrepeso y la obesidad suponen una carga para las articulaciones y las rodillas en particular. "Cada kilo de grasa extra provoca un impacto negativo en la rodilla que se multiplica por seis al correr, es decir, si nos sobran 10 kilos, al correr nuestras rodillas sufrirán el peso de 60 kilos de más en cada zancada", subraya el traumatólogo.
CÓMO TRATAR UNA LESIÓN DE MENISCO: DOS TIPOS DE LESIONES
Deportes como el fútbol, pádel, baloncesto o cualquier otro que implique pivotaje y salto es donde son más frecuentes este tipo de lesiones. Como apunta el experto en Traumatología y Cirugía Ortopédica en el Hospital Quirónsalud Clideba, el doctor Antonio Morillo Tejedor, el motivo de esto es que los meniscos son elementos dinámicos que hacen que en cada movimiento la articulación se adapte, lo cual genera un estrés mecánico que puede llegar a producir daños tanto por degeneración como por traumatismos.
Una vez que se produce la lesión, dependiendo del tipo de rotura meniscal y del tipo de paciente, pueden realizarse diferentes tratamientos, aunque el objetivo principal siempre va a ser tratar de preservar la mayor cantidad de tejido meniscal sano.
En este sentido, el especialista destaca que es conveniente diferenciar entre aquellas roturas agudas traumáticas, que en la mayoría de los casos están asociadas a pacientes jóvenes deportistas con alta demanda, y las roturas degenerativas asociadas a pacientes de mayor edad que sufren la lesión sobre una estructura ya degenerada, ya sea por la edad, el desgaste o la sobrecarga. "De todas maneras, una exploración física en fundamental, ya que nos aproxima al diagnóstico en un alto porcentaje de casos", señala.
"Una vez realizada la exploración en consulta y con una sospecha diagnóstica fundamentada, el diagnóstico definitivo se realiza mediante resonancia magnética, que además de confirmarnos la lesión nos aportará información sobre el tipo de rotura para así planificar el mejor tratamiento para el paciente", explica el doctor Antonio Morillo.
Entre los síntomas asociados, quienes sufren una rotura meniscal traumática pueden presentar derrame articular, dolor y limitación al intentar flexionar la rodilla. Una sintomatología que se reproduce al llevar a cabo actividades cotidianas como salir del coche o agacharse y que en casos de roturas amplias e inestables puede llegar a producir bloqueos en la articulación.
Una vez obtenido un diagnóstico completo, el paciente será sometido al tratamiento que mejor se adapte a su tipo de rotura meniscal. "El menisco no puede tratarse de manera inocua, por eso nuestro objetivo es realizar cirugías para tratar de mantener el menisco en su totalidad en la medida que se pueda", explica el especialista de Quirónsalud Clideba.
El doctor Antonio Morillo detalla que, gracias a los avances en las técnicas quirúrgicas de preservación meniscal, las intervenciones son ahora muy precisas, pocos agresivas y permiten una recuperación menos dolorosa y más rápida para el paciente. Este tipo de intervenciones difieren mucho de la clásica meniscectomía mediante las que se extrae quirúrgicamente la totalidad o una parte del menisco, que además de ser una intervención quirúrgica muy agresiva presenta resultados poco satisfactorios a medio plazo.
Una de esas cirugías sería la conocida como sutura meniscal artroscópica, que consiste en introducir un dispositivo que permite fijar el menisco a la cápsula articular sin necesidad de realizar una cirugía abierta, como se hacía años atrás. Una técnica que, en palabras del traumatólogo de Quirónsalud, "ofrece una alta tasa de éxito incluso en lesiones crónicas y roturas complejas, mejora la funcionalidad en pacientes con rodillas inestables y disminuye el riesgo de progresión de artrosis".
Otra de las técnicas novedosas de medicina regenerativa es la infiltración ecoguiada de plasma rico en factores de crecimiento sobre la lesión meniscal para estimular su reparación, recomendada para lesiones agudas estables.
Se trata de dos técnicas mínimamente invasivas que ofrecen buenos resultados y con la que se preserva la totalidad del menisco. Además, en los procedimientos con artroscopia el posoperatorio es poco doloroso y el paciente apenas debe permanecer 12 horas ingresado, mientras que la infiltración ecoguiada ni siquiera requiere ingreso. "El tiempo de recuperación para hacer una vida normal después de una cirugía de sutura meniscal artroscópica es aproximadamente de cuatro semanas", puntualiza Morillo Tejedor.
De esta forma, de la mano de profesionales cualificados y la última tecnología, el paciente tiene a su alcance las opciones más seguras y efectivas para hacer frente a las lesiones de menisco.
No obstante, conviene recordar que, como aconseja el especialista de Quirónsalud Clideba, la mejor manera para prevenir este tipo de lesiones y evitar la sobrecarga de la rodilla es "realizar actividad física moderada de manera diaria, respetar los periodos de descanso necesarios para la recuperación muscular y fortalecer los grupos musculares mediante ejercicio anaeróbico".