MADRID 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
El láser de Holmium se ha convertido en la terapia más efectiva para abordar la hiperplasia benigna de próstata, con mejores resultados y más ventajas para el paciente, según han señalado los especialistas reunidos este viernes en Madrid en el marco de la I Jornada de Actualización en Hiperplasia Benigna de Próstata, en relación a los resultados de recientes estudios internacionales sobre los tratamientos de este problema.
Durante el encuentro, organizado en la Clínica La Luz por la Asociación Española de Urología y la Unidad de Andrología y Salud Integral del Varón de este centro sanitario, se ha determinado que si bien "no hay diferencias relevantes" en lo que se refiere a las complicaciones, el láser de Holmium "es preferible a la resección transuretral respecto al efecto curativo, ya que presenta una menor tasa de transfusión sanguínea y un tiempo de ingreso hospitalario más corto", según un estudio publicado en la revista 'PLoS One'.
Asimismo, otra investigación publicada en la misma revista, revela que el uso de láser de Holmium se traduce en "menores tasas de dolor en la zona genitourinaria y de síntomas del bajo tracto urinario" (incontinencia, urgencia miccional, enuresis nocturna) respecto a otras técnicas empleadas para tratar la hiperplasia benigna de próstata.
Por otro lado, esta técnica presenta ventajas en el posible deterioro de la función sexual tras la intervención, aspecto que "suele preocupar mucho a los pacientes". En este sentido, otro estudio de la publicación 'Asian Journal of Andrology' concluye que la enucleación de la próstata con láser de Holmium "no influye en la función sexual de los pacientes, incluyendo la capacidad de obtener erecciones". Muy al contrario, la satisfacción sexual "aumenta" a medida que, gracias a la intervención, desaparecen los síntomas de la enfermedad.
Los especialistas en Urología de la Clínica La Luz y coordinadores de este encuentro científico, José Manuel de la Morena, José Manuel Duarte y Javier Romero Otero, explican que cuando la hiperplasia no se puede controlar con medicación y alcanza un tamaño de 60 centímetros cúbicos, el problema se ha venido abordando hasta ahora utilizando el procedimiento de la resección transuretral de próstata, que consiste en extirpar poco a poco el adenoma prostático a través de la uretra sin incisiones.
En cambio, cuando el adenoma es mayor de 60 centímetros cúbicos se solía utilizar cirugía abierta, pues no se puede extraer todo el tejido a través de la uretra. Aunque es la técnica más agresiva, "es también la que consigue desobstruir más al paciente, pues permite extraer la totalidad del adenoma prostático", remarca Romero.
No obstante, con la llegada de los láseres, los urólogos consiguen resecar más tejido a través de la uretra, con menos complicaciones para el paciente. Es el caso, por ejemplo, del láser verde, que es una "opción válida" en pacientes seleccionados con tamaño prostático no muy grande.
TAN EFECTIVO COMO LA CIRUGÍA ABIERTA PARA TODOS LOS VOLÚMENES DE ADENOMA
Sin embargo, el láser de Holmium ha demostrado conseguir ser "tan efectivo" como la cirugía abierta para todos los volúmenes de adenoma prostático, y "sin necesidad de incisiones". En consecuencia, como señala De la Morena, se consigue el mismo resultado "sin sangrados, con menores tasas de transfusión, con sólo 24 horas de sonda vesical y un menor tiempo de ingreso".
El procedimiento de enucleación prostática con láser de holmium se realiza habitualmente solo con anestesia epidural y requiere un tiempo de ingreso medio de 48 horas, señalan los especialistas de La Luz, que ya han realizado más de 500 procedimientos siguiendo esta técnica.
Por su parte, el director gerente de la Clínica La Luz, Joaquín Martínez Hernández, destaca el carácter "cada vez menos invasivo" de los nuevos tratamientos quirúrgicos de la hiperplasia benigna de próstata, que se traducen en "menos efectos secundarios para los pacientes".
La hiperplasia de próstata es el crecimiento benigno de la glándula prostática. Se trata de una patología muy frecuente que provoca síntomas urinarios y alteraciones en el aparato génito-urinario. En casos moderados, puede seguirse un tratamiento con fármacos; sin embargo, en casos más graves, el tratamiento quirúrgico resulta la mejor solución.
Los pacientes con esta patología generalmente presentan un chorro de orina flojo, dificultad para la micción, necesidad de orinar de noche, gran frecuencia miccional diurna, y urgencia por ir a orinar, sintomatología que como es lógico empeora la calidad de vida del paciente "de forma notable". Además la hiperplasia de próstata puede acabar provocando complicaciones como sangrado, infección, formación de piedras en la vejiga, deterioro de la función renal o incluso imposibilidad para miccionar, lo que hará necesario recurrir a una sonda vesical.