MADRID 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
La pandemia de la nueva gripe A H1N1 ha confirmado que los servicios de urgencia constituyen la primera línea de choque para hacer frente a brotes epidémicos como éste, según muestran los datos de varios estudios, que han sido publicados en la revista 'Emergencias', editada por la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
Estos resultados demuestran que los servicios de urgencias son capaces de movilizar los recursos necesarios y hacer frente al problema sanitario de la manera más eficaz, y son los encargados de centralizar la atención a los afectados por una epidemia, donde además se consigue un mejor control de la cadena epidemiológica, facilitando el diagnóstico y el tratamiento adecuado de la infección.
Otra de las conclusiones de estos estudios destaca la necesidad de una adecuada coordinación entre las instituciones públicas y los servicios de emergencias para evitar el colapso de estos últimos, que, según señalan los responsables de los análisis, deben participar activamente en la redacción de los planes de contingencia ante los supuestos de epidemias o pandemias.
En concreto, en dos de estos trabajos, realizados en México y en España, se describen las actuaciones específicas llevadas a cabo en los servicios de urgencias tras producirse la alerta mundial por el virus A H1N1. En el estudio realizado en el Hospital Clínic de Barcelona, que es el primero que se publica una revista científica en España, se describe en detalle el cuadro clínico de los primeros casos diagnosticados de gripe nueva y se analiza en profundidad todas las medidas que se articularon durante las primeras 24 horas de la alerta.
Los autores de este trabajo destacaron que, a pesar de no contar con unas pautas de actuación específicas en esos primeros momentos para afrontar este brote epidémico, la coordinación que se estableció teniendo el servicio de urgencias como eje asistencial central fue "altamente satisfactoria y eficaz".
EVITAR CONTAGIOS INTERHUMANOS
En este sentido, los responsables de estos análisis subrayaron que, puesto que los servicios de urgencias juegan un papel fundamental en cualquier pandemia, y lo están haciendo en la actualidad con la nueva gripe, deben estar dotados de los medios humanos y materiales necesarios. En primer lugar, adecuando los sistemas de clasificación a esta nueva situación. Así, se deben realizar preguntas específicas encaminadas a establecer la sospecha inmediata del caso.
Según explicaron, la rápida identificación de los casos sospechosos evita la exposición de pacientes con enfermedades comunes a la infección, y permite diferenciar las urgencias habituales de las producidas por la epidemia y así ubicar en dos circuitos asistenciales paralelos la atención, evitando los contagios interhumanos.
Asimismo, destacaron el papel de los servicios de urgencias como parte fundamental en la obtención de muestras para el diagnóstico definitivo, el establecimiento del pronóstico del paciente y en el inicio de los tratamientos adecuados.
