MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los ultrasonidos pueden superar algunos de los efectos perjudiciales del envejecimiento y la demencia sin necesidad de atravesar la barrera hematoencefálica, según han descubierto investigadores del Queensland Brain Institute (Australia).
En su trabajo, publicado en la revista 'Molecular Psychiatry', los investigadores evidenicaron que los ultrasonidos de baja intensidad restablecían eficazmente la cognición sin abrir la barrera en modelos de ratones.
"Históricamente, hemos utilizado los ultrasonidos junto con pequeñas burbujas llenas de gas para abrir la casi impenetrable barrera hematoencefálica y hacer llegar los fármacos del torrente sanguíneo al cerebro", explica el profesor Jürgen Gtz, líder del estudio.
La nueva investigación incluyó un grupo de control designado que recibió ultrasonidos sin las microburbujas que abren la barrera. "Todo el equipo de investigación se sorprendió por el notable restablecimiento de la cognición. Concluimos que los ultrasonidos terapéuticos son una forma no invasiva de mejorar la cognición en los ancianos", apunta el científico.
El envejecimiento se asocia a un deterioro de la cognición y a una reducción de la plasticidad inducida por el aprendizaje de la señalización entre neuronas denominada potenciación a largo plazo (LTP). Daniel Blackmore, investigador postdoctoral principal del equipo, señala que la nueva investigación pretendía utilizar los ultrasonidos para restaurar la LTP y mejorar el aprendizaje espacial en ratones envejecidos.
El cerebro "no es especialmente accesible", pero los ultrasonidos ofrecen una herramienta para superar problemas como la barrera hematoencefálica. "El uso de ultrasonidos podría mejorar la cognición independientemente de la eliminación de amiloide y tau, que forman placas y ovillos en las personas con enfermedad de Alzheimer. Las microburbujas seguirán utilizándose en combinación con los ultrasonidos en las investigaciones en curso sobre el Alzheimer", detalla Gtz.
Investigaciones anteriores han demostrado la seguridad a largo plazo de la tecnología de ultrasonidos y que los cambios patológicos y los déficits cognitivos podrían mejorarse utilizando los ultrasonidos para tratar la enfermedad de Alzheimer.
El profesor Gtz afirma que aún existen dudas sobre las diferencias entre el envejecimiento "fisiológico" normal y el "patológico" que se produce en la enfermedad de Alzheimer. "Creemos que puede haber cierto solapamiento entre el envejecimiento fisiológico y el patológico en el cerebro, y la posibilidad de corregirlo con ultrasonidos es significativa para los enfermos de Alzheimer", dice.