MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Una investigación realizada en el marco del proyecto de la Unión Europea 'Dealing with stress in the workplace', liderado por CSIT Unión Profesional y en el que participan representaciones de los Servicios Públicos de Polonia, Italia, Malta, Eslovenia, Serbia y España, ha evidenciado que los trabajadores del Sector Público sufren situaciones de estrés laboral.
Asimismo, del trabajo se desprende que hay una mala organización del trabajo en cuanto a la cantidad, elevada o excesiva para el 60 por ciento de los trabajadores; y al tiempo asignado para su realización que requiere de una atención exclusiva existiendo un porcentaje de interrupciones para atender tareas no previstas de hasta el 55 por ciento.
Además, existen "importantes" elementos de distorsión en las funciones que deben realizarse como, por ejemplo, recibir órdenes contradictorias entre sí (el 75%); imposibilidad de asumir decisiones o iniciativas en la gestión de sus tareas profesionales (el 40%); necesidad de adaptarse a nuevas situaciones laborales o métodos de trabajo (en el 56% de los trabajadores); o tener una supervisión negativa de sus superiores en metodología, planificación o calidad del trabajo (el 70%).
La rutina (existente para el 61%); la inexistencia de un reconocimiento profesional (apenas lo recibe el 25%); la falta de desarrollo profesional (inadecuado para el 73%) y la insatisfacción en el salario percibido (insuficiente para el 72%), provocan que exista "falta de motivación laboral" que se convierte en un factor de estrés laboral.
"La participación de los trabajadores en su lugar de trabajo, no es adecuada, ni está especialmente potenciada, siendo bien valoradas, únicamente, las conversaciones con el superior y el buzón de sugerencias", ha señalado también el trabajo.
Estas conclusiones demuestran que los trabajadores del sector público en Europa están expuestos a "importantes y perjudiciales riesgos psicosociales" y sufren situaciones de estrés laboral que deben mitigar mejorando su participación en la toma de decisiones en sus lugares de trabajo en materia de Salud Laboral.
En concreto, las situaciones de riesgos psicosociales, afectan de manera especial a los colectivos sanitarios y de servicios sociales y a los colectivos de seguridad y emergencias: policías nacionales y locales y emergencias sanitarias y civiles.
"La defensa de la salud en el puesto de trabajo constituye uno de los derechos fundamentales de todo trabajador y está protegido por la legislación vigente, tanto a nivel europeo como en cada legislación nacional, y los gestores, tanto del sector privado, como del Público, tienen la obligación de garantizar que las condiciones de trabajo sean saludables contando con la participación de los trabajadores en la toma de decisiones en estas materias", ha dicho el secretario general de CSIT Unión Profesional, José Ángel Montero
Además, ha destacado la falta de seguridad que han tenido, y todavía tienen, los profesionales sanitarios y de cuidados asistenciales por causa de la pandemia del Covid-19, que no han contado con los EPIs necesarios para proteger su salud ante los efectos de la enfermedad, ni están disponiendo de los descansos necesarios para recuperarse de ese trabajo tan intensivo durante tantos meses.
"Hay que revisar los sistemas de organización del trabajo y las funciones de los profesionales del sector público para mitigar los riesgos psicosociales a los que están expuestos y erradicar las situaciones de estrés laboral y burnout que sufren en sus puestos de trabajo. Así como en la potenciar la sanidad pública y realizar las contrataciones de profesionales necesarias para dar cobertura a esta situación tan excepcional que estamos padeciendo", ha apostillado.