MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Okayama (Japón) han descubierto en un estudio realizado en ratones que el jugo actinidia arguta, una fruta originaria japonesa, y su componente isoquercetina, es capaz de inhibir el cáncer de pulmón.
Anteriormente, los investigadores habían demostrado el efecto inhibitorio del jugo sobre la mutagénesis, la inflamación y la tumorigénesis de la piel del ratón, y habían identificado los componentes de A. arguta responsables de los efectos antimutagénicos como compuestos fenólicos solubles en agua y sensibles al calor.
El equipo indujo el crecimiento tumoral en ratones utilizando NNK, un compuesto cancerígeno conocido presente en los productos del tabaco. Utilizando una serie de experimentos y controles, el equipo estudió los efectos de en la tumorigénesis pulmonar en ratones.
Así, observaron que el número de nódulos tumorales por pulmón de ratón en el grupo que recibió inyecciones de NNK y dosis orales de jugo de A. arguta fue significativamente menor que en el grupo al que se inyectó solo NNK. Además, la administración oral también redujo el número de nódulos en los pulmones de los ratones.
A continuación, el equipo abrió camino al descubrir el mecanismo de acción probable. NNK y 1-metil-3-nitro-1-nitrosoguanidina o "MNNG" son mutágenos conocidos, agentes que desencadenan mutaciones en el ADN. Por lo tanto, el equipo diseñó una serie de experimentos para estudiar el efecto en la mutagénesis mediada por NNK y MNNG utilizando 'Salmonella typhimurium TA1535', una cepa bacteriana comúnmente utilizada para detectar mutaciones de ADN.
Como era de esperar, la mutagenicidad de NNK y MNNG detectada usando 'S. typhimurium TA1535' disminuyó en presencia de sar-j. Sin embargo, cuando se realizaron pruebas similares con 'S. typhimuriumYG7108', una cepa que carece de enzimas clave responsables de la reparación del ADN, sar-j no pudo disminuir los efectos mutagénicos de NNK y MNNG. Con base en esta observación crítica, los investigadores concluyeron que parece mediar su efecto antimutagénico al acelerar la reparación del ADN.
Finalmente, utilizando experimentos basados en células, el equipo también demostró que sar-j suprimió la acción de 'Akt', una proteína clave involucrada en la señalización del cáncer.