VALÈNCIA 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
El estudio TRAINING-HR, desarrollado por el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, el Hospital Clínico Universitario de València y la Universitat de València (UV), ha permitido evidenciar el beneficio del entrenamiento físico en personas con insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada (ICFEp).
Los resultados se han publicado recientemente en European Journal of Preventive Cardiology. Los investigadores principales del estudio han sido los doctores Patricia Palau, Laura López y Julio Núñez, del Grupo de Investigación en Insuficiencia Cardiaca de INCLIVA, en el marco de su línea de investigación 'Valoración de la capacidad funcional y programas de rehabilitación cardíaca', según ha informado el Instituto en un comunicado.
TRAINING-HR es el primer ensayo clínico que estudia específicamente el subgrupo de pacientes con ICFEp e incompetencia cronotrópica (dificultad del corazón para aumentar las pulsaciones durante el esfuerzo), proponiendo una estrategia personalizada de rehabilitación cardiaca. Su objetivo principal fue evaluar si diferentes tipos de programas de ejercicio físico son capaces de mejorar la capacidad funcional (la resistencia y el rendimiento físico) en estos pacientes.
Además, el estudio analizó si estos programas también son capaces de mejorar la calidad de vida de los pacientes y la respuesta del corazón al ejercicio, un aspecto clave en este tipo de insuficiencia cardíaca, en la que las opciones terapéuticas son limitadas y los síntomas como la fatiga y la dificultad para respirar afectan notablemente su día a día.
La insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada (ICFEp) La insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada (ICFEp) representa aproximadamente el 50% de todos los casos de insuficiencia cardíaca y su prevalencia está aumentando debido al envejecimiento de la población.
La ICFEp se caracteriza porque el corazón conserva la capacidad de expulsar la sangre, pero presenta rigidez o alteraciones funcionales que provocan síntomas como dificultad para respirar (disnea), fatiga y una marcada intolerancia al ejercicio, afectando de forma significativa la calidad de vida.
Un porcentaje elevado de estos pacientes presenta, además, incompetencia cronotrópica, es decir, en ellos el corazón no logra aumentar de forma adecuada la frecuencia cardíaca durante el esfuerzo, lo que limita aún más su capacidad para poder realizar ejercicio.
Esta alteración contribuye al círculo vicioso de inactividad, deterioro físico y empeoramiento de los síntomas. Pese al impacto clínico de esta enfermedad, existen pocas opciones de tratamiento que mejoren la capacidad funcional y la calidad de vida en los pacientes con ICFEp e incompetencia cronotrópica y, hasta el momento, no se disponía de estudios que evaluaran de forma específica cómo el entrenamiento físico supervisado podría beneficiar a este perfil de pacientes.
El estudio TRAINING-HR se diseñó para dar respuesta a esta necesidad no cubierta, ofreciendo evidencia sobre el papel del ejercicio físico como herramienta terapéutica personalizada y segura en este subgrupo de personas que presenta una importante limitación funcional y para quienes las opciones actuales son muy limitadas.
Un ensayo clínico aleatorizado A través de TRAINING-HR se pretendía analizar si distintos programas de ejercicio físico mejoraban la capacidad funcional, la respuesta del corazón al esfuerzo y la calidad de vida en personas con insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada (ICFEp) e incompetencia cronotrópica. En este ensayo clínico aleatorizado se incluyeron 80 pacientes mayores de 60 años, diagnosticados de ICFEp e incapacidad para aumentar adecuadamente las pulsaciones durante el ejercicio.
Los participantes fueron distribuidos de forma aleatoria en cuatro grupos de entrenamiento físico, en función de si recibían recomendaciones generales de ejercicio para realizar en domicilio durante 12 semanas o realizaban entrenamiento de resistencia supervisado (con bicicletas estáticas o tapiz rodante), entrenamiento de resistencia más ejercicios de fuerza de baja-moderada intensidad o entrenamiento de resistencia más ejercicios de fuerza de moderada-alta intensidad.
Los tres programas supervisados se desarrollaron durante 12 semanas, bajo la guía de profesionales especializados. Se evaluó la capacidad funcional máxima de forma objetiva mediante una prueba de esfuerzo con análisis de gases (consumo pico de oxígeno), también la respuesta de la frecuencia cardiaca al ejercicio (índice cronotrópico) durante la prueba de esfuerzo y la calidad de vida percibida mediante cuestionarios validados.
Los resultados demostraron que los programas de ejercicio supervisado son "seguros y efectivos" para mejorar la capacidad de esfuerzo, la respuesta de la frecuencia cardíaca durante el ejercicio y la calidad de vida, siendo especialmente beneficiosos los programas que combinan ejercicio aeróbico y de fuerza de alta intensidad, según las mismas fuentes.
En este ensayo han participado otros profesionales de INCLIVA vinculados al área cardiovascular, como el doctor Juan Sanchis, coordinador del Grupo de Investigación en Cardiología Clínica; y los investigadores Iván de Amo, Cristina Flor, Gonzalo Núñez; y Rafael de la Espriella, del Grupo Investigación en Insuficiencia Cardíaca. Los doctores Juan Sanchis y Julio Núñez forman parte del Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Cardiovasculares (CIBER-CV), del Instituto de Salud Carlos III.
COLABORADORES
Han intervenido, además, colaboradores de otras instituciones nacionales e internacionales, como el doctor Fabián Sanchis-Gomar, de la Stanford University School of Medicine (Estados Unidos), experto en investigación cardiovascular y análisis de biomarcadores; la investigadora Celia García-Conejo, de la Universidad de Málaga; y el doctor Markus Meyer, del Lillehei Heart Institute, University of Minnesota (Estados Unidos), especialista en fisiología cardiovascular y rehabilitación.
Su participación ha permitido aportar una visión internacional y multidisciplinar al proyecto, reforzando la calidad científica y la aplicabilidad de los resultados a nivel global. El estudio se ha financiado en su mayor parte gracias a una ayuda competitiva concedida por el Instituto de Salud Carlos III, dentro de la convocatoria de proyectos de investigación en salud (FIS PI22/00535), cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). El presupuesto total del proyecto asciende a 44.770 euros.
Asimismo, varios de los investigadores pertenecen al Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Cardiovasculares (CIBER-CV), una estructura de investigación de excelencia a nivel nacional, que impulsa la colaboración entre los principales grupos españoles en enfermedades cardiovasculares. Esta participación se enmarca dentro de las referencias 16/11/00420 y 16/11/00403.