MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Español de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería ha puesto en marcha una investigación con profesionales que están en contacto con algunos medicamentos peligrosos, para estudiar la posible acumulación en el organismo de sustancias tóxicas cancerígenas o perjudiciales para la salud.
Un reciente caso de una enfermera valenciana expedientada por negarse a manipular, sin las medidas de seguridad pertinentes, un fármaco que hubiera puesto en riesgo su embarazo ha sacado a la luz que muchos enfermeros de toda España "pueden estar ejerciendo su labor sin las necesarias garantías y podrían estar acumulando en su organismo residuos peligrosos".
Por ello, el estudio analizará muestras de orina de varias profesionales para ver si se demuestra que la seguridad de los trabajadores no está garantizada mediante los medios de protección necesarios y los protocolos adecuados, y se exigirá a todas las Administraciones Públicas que tomen medidas para que ningún profesional sanitario ponga en riesgo su salud en el puesto de trabajo.
De hecho, informan los impulsores de este trabajo, si el estudio prueba una relación entre las enfermedades y la exposición a determinadas sustancias sin las medidas de seguridad precisas, "los profesionales estarán en todo su derecho de reclamar en los Tribunales ante el empleador -público o privado- y la Organización Colegial de Enfermería le brindará todo su apoyo".
Por el momento el Instituto de Investigación está contactando con los enfermeros que trabajen o hayan trabajado con estos fármacos y han abierto una vía de contacto para que les trasladen su caso y circunstancias.
Unos de los fármacos peligrosos más utilizados son los citotóxicos, diseñados para destruir las células que crecen de forma rápida y descontrolada, evitando su replicación o crecimiento, pero al no ser selectivos pueden dañar las células del tejido normal, lo que provoca efectos adversos para la salud, según recuerdan.
La Unión Europea advierte que al presentarse en forma de polvo o como solución concentrada, para garantizar la estabilidad, los fármacos citotóxicos requieren manipulación individual para cada paciente antes de su administración, lo que puede provocar errores, derramamientos, lesiones por el pinchazo de agujas y contaminación, circunstancias todas ellas que suponen un riesgo para la salud del profesional sanitario.
EFECTOS TAMBIÉN MUTÁGENOS
Y distintos estudios científicos han demostrado que el riesgo de exposición a ellos en el entorno laboral es habitual pese a las mejoras en políticas de seguridad. Sobre todo, según añaden, porque la exposición a pequeñas dosis no sólo puede tener efectos cancerígenos sino mutágenos o tóxicos para la reproducción.
El Consejo General trabaja a nivel europeo para la modificación de la directiva comunitaria que aborda los medicamentos peligrosos para que se elabore un listado de fármacos que implican una manipulación y administración especial junto con una serie de medidas mínimas y protocolos de actuación que amparen a toda la enfermería europea.
Además de los llamados citotóxicos, otro ejemplo es el micofenolato de mofetilo, medicamento inmunosupresor que dio lugar al expediente de la enfermera embarazada hace unos meses, un medicamento peligroso, clasificado en la lista del Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (NIOSH) como posible o probable carcinógeno, mutágeno, genotóxico y/o reprotóxico.