MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un equipo internacional de investigación dirigido por la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (Arabia Saudí) ha identificado una nueva diana para tratar los síndromes que provocan el envejecimiento prematuro en los niños.
Los síndromes progeroides son un grupo de trastornos genéticos raros que provocan signos de envejecimiento prematuro en niños y adultos jóvenes, como el síndrome de Werner y el síndrome de progeria de Hutchinson Gilford.
Los pacientes afectados por los síndromes progeroides desarrollan síntomas y patologías habitualmente asociados al envejecimiento, como enfermedades cardíacas, cataratas, diabetes de tipo II y osteoporosis.
Este envejecimiento se caracteriza por la pérdida progresiva de la arquitectura nuclear y por un programa genético subyacente específico de los tejidos, pero aún se desconocen las causas que lo provocan. Ahora, esta investigación, publicada en la revista científica 'Science Translational Medicine', ha identificado una nueva y prometedora diana para tratar estos síndromes evitando la pérdida de arquitectura nuclear.
La diana se llama ARN del elemento nuclear intercalado largo (L1), una familia de secuencias repetidas que abarca entre el 17 y el 20 por ciento del genoma de los mamíferos y cuyas funciones se desconocen en gran medida. Estas secuencias se mantienen inactivas gracias a la arquitectura de ADN fuertemente empaquetada llamada heterocromatina. Hay pruebas de que la pérdida de heterocromatina durante el envejecimiento normal está asociada a su activación.
"Basándonos en consideraciones teóricas, postulamos que una interacción molecular entre el ARN L1 y una enzima específica que controla la estabilidad de la heterocromatina podría ser la causa del envejecimiento prematuro en los síndromes de progeria", ha comentado uno de los responsables del estudio, Francesco Della Valle.
Los análisis de secuenciación demostraron un aumento de la expresión del ARN L1 en células tomadas de pacientes con síndromes progeroides. Pruebas posteriores demostraron que este aumento de la expresión del ARN L1 era responsable de la desactivación de una enzima, denominada SUV39H1, que provocaba la pérdida de heterocromatina y los cambios en la expresión génica que causan el envejecimiento celular.
Los investigadores lograron bloquear la expresión del ARN L1 e invertir el proceso de envejecimiento en células tomadas de pacientes con síndromes progeroides y en ratones modificados genéticamente para simular el envejecimiento prematuro.
Para ello utilizaron cadenas cortas de nucleótidos sintéticos denominadas oligonucleótidos antisentido (ASO) que se dirigen específicamente a la degradación del ARN L1 y la provocan. Su ASO L1 fue modificado para mejorar su capacidad de entrar y permanecer estable dentro de las células. El bloqueo del ARN L1 en las células restauró la heterocromatina y contrarrestó los genes relacionados con el envejecimiento. Los ASO L1 también prolongaron la vida de los ratones con progeria.
Habrá que seguir investigando para determinar si otros mecanismos, que actúan en paralelo a la inhibición del SUV39H1, podrían comprometer la estabilidad de la heterocromatina en los síndromes de progeria.