MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigación del Instituto de Virología Helmholtz de Múnich, la Universidad Técnica de Múnich y el Centro Alemán para la Investigación de Infecciones ha descubierto que el éxito de la vacunación terapéutica contra la hepatitis B (VHB) depende de que las células T CD4 específicas del VHB se estimulen eficazmente.
Las infecciones por el virus de la hepatitis B siguen siendo un grave problema sanitario mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay unos 300 millones de portadores del VHB en todo el mundo. Los tratamientos actuales rara vez consiguen curar la infección.
En la actualidad, la vacunación terapéutica representa un enfoque prometedor para curar el VHB. Pero no está claro cuáles son los factores moleculares clave responsables de su eficacia.
Según la OMS, más del 3 por ciento de la población mundial padece infección crónica por el virus de la hepatitis B, que es la principal causa de cirrosis hepática y cáncer de hígado. Los tratamientos actuales rara vez consiguen curar a estos pacientes.
Las vacunas terapéuticas (vacunas que estimulan el sistema inmunitario para curar una enfermedad) representan un enfoque prometedor para curar el VHB, pero hasta ahora su eficacia clínica ha sido limitada. Durante las dos últimas décadas, se han realizado numerosos intentos para desarrollar vacunas terapéuticas eficaces contra la hepatitis B.
Sin embargo, sólo unas pocas de estas vacunas candidatas han sido desarrolladas. Ninguna de ellas ha mostrado hasta la fecha eficacia antiviral en pacientes con hepatitis B crónica. Esto pone de relieve la necesidad de diseccionar los factores esenciales para el éxito de la vacunación terapéutica y dirigirnos a ellos mediante el diseño racional de vacunas.
En este estudio, publicado en la revista científica 'Journal of Hepatology', los investigadores analizaron TherVacB, una novedosa vacuna terapéutica heteróloga contra la hepatitis B. En las vacunas heterólogas, los mismos antígenos se presentan al sistema inmunitario en formas diferentes.
En la TherVacB, se utilizan proteínas para estimular la respuesta inmunitaria, mientras que para la vacunación de refuerzo, los antígenos se administran mediante un vector vírico. La ventaja de la vacunación heteróloga de estimulación y refuerzo es una inmunidad más fuerte y duradera.
Sin embargo, la optimización de las estrategias de primovacunación y vacunación de refuerzo requiere un conocimiento profundo de cómo cada componente de la vacuna activa las distintas células del sistema inmunitario, como los linfocitos T o B.
En este estudio, los investigadores demostraron que el éxito de la vacunación terapéutica contra la hepatitis B depende de una imprimación eficaz de las células T CD4 específicas del VHB. Las células T CD4 son un grupo específico de linfocitos que llevan la molécula CD4 en su superficie y coordinan la defensa inmunitaria contra agentes patógenos extraños.
Los investigadores evidenciaron que el agotamiento de las células T CD4 conducía a una pérdida completa de la eficacia antivírica inducida por TherVacB en modelos preclínicos de ratón. Además, la aplicación de una formulación óptima de vacuna proteica durante la inmunización primaria permitió activar adecuadamente las células T CD4, y sentó las bases de la vacunación de refuerzo para controlar la infección por VHB.
El estudio descifra el efecto de los componentes individuales de la vacuna y aporta la primera prueba directa de que la activación eficiente de las células T CD4 específicas del VHB es indispensable para iniciar el control inmunitario del VHB.
También determina qué componentes son necesarios para el éxito de la vacunación terapéutica contra la hepatitis B y aporta datos importantes para el diseño racional de vacunas terapéuticas de urgente aplicación clínica.
El trabajo de los investigadores confirma aún más el efecto y explica el modo de acción de TherVacB, que se evaluará en un ensayo clínico que comenzará en 2023.
