MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la compañía farmacéutica ACM Biolabs en Singapur han desarrollado una vacuna intranasal contra el SARS-CoV-2 que puede combatir el virus original y dos variantes en hámsters.
Las actuales vacunas contra la COVID-19 han sido eficaces para combatir la infección por el SARS-CoV-2 en todo el mundo. Pero estas inyecciones entran en el cuerpo en el tejido muscular, mientras que el virus entra y causa muchos de los síntomas típicos de la COVID-19 en el tracto respiratorio. Por lo tanto, las inmunizaciones intranasales con un spray o gotas podrían ser una mejor opción.
Aunque la India y un par de países más han aprobado vacunas intranasales contra la COVID-19 en los últimos meses, el camino para formular vacunas intranasales con éxito no es fácil. Por ejemplo, AstraZeneca anunció este mes que su vacuna intranasal no logró producir una fuerte respuesta inmunitaria en los tejidos nasales y ofreció menos protección sistémica que la versión intramuscular.
Así pues, estos investigadores querían formular una vacuna intranasal contra la COVID-19 que estimulara una respuesta inmunitaria tanto sistémica como en las vías respiratorias, y que también funcionara contra las variantes del SARS-CoV-2.
Los investigadores basaron su vacuna en la proteína de espiga de la variante beta del SARS-CoV-2, encapsulando por separado el antígeno y un adyuvante estimulante del sistema inmunitario en unas nanopartículas conocidas como polimersomas de membrana celular artificial. Envasaron los dos componentes por separado para poder cambiar más fácilmente el componente de la espiga por uno de otra variante en caso necesario.
En el estudio, publicado en la revista científica 'ACS Nano', la coadministración intramuscular de las partes produjo una fuerte respuesta inmunitaria tanto en ratones como en hámsters. Sin embargo, cuando los hámsters inyectados con la nueva vacuna fueron expuestos al virus vivo, siguieron desarrollando una infección.
En cambio, la coadministración intranasal en hámsters produjo una fuerte respuesta inmunitaria sistémica. También eliminó los virus del tracto respiratorio y evitó el daño pulmonar asociado a la infección.
Independientemente de cómo se administrara la vacuna, proporcionó protección contra múltiples variantes, incluida la omicrónica. A partir de estos resultados, los investigadores están reclutando participantes para un ensayo clínico de fase 1.