BARCELONA 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Hospital Clínic de Barcelona, el Sant Joan de Déu y BCNatal han demostrado en un estudio que determinar el flujo de los vasos del cerebro del feto y de la placenta con la prueba Doppler en la ecografía de rutina del tercer trimestre permite detectar bebés en riesgo de complicaciones posparto que requieran ingreso en la UCI.
Según el estudio publicado en la revista 'Tha Lancet', inducir el parto al término de la gestación en estos casos de riesgo puede reducir a la mitad la tasa de ingreso en la UCI neonatal en el marco de este ensayo en el que han participado durante 6 años más de 11.500 mujeres con embarazos de bajo riesgo, informan en un comunicado este viernes.
Una prueba con ecografía Doppler, que mide la circulación de la sangre por el cordón umbilical y el cerebro, denominada ratio cerebro-placentario (RCP), puede detectar la insuficiencia placentaria, pero hasta ahora la prueba solo se realizaba en embarazos con problemas, en casos muy indicados.
En la ecografía de las 36 semanas se midió el RCP en todas las mujeres, pero las participantes fueron divididas al azar en dos grupos: en unas, la prueba se usaba para cambiar el manejo de la gestación y, en caso de salir alterada, se proponía a la mujer una inducción precoz del parto al llegar al término; y en las otras, el resultado de la prueba no se comunicaba y se manejaba el embarazo según los protocolos vigentes.
El estudio comparó los números de casos de muerte del bebé y de complicaciones neonatales graves, que incluían problemas neurológicos, intestinales, cardíacos, renales y respiratorios, con una estancia en la UCI de 10 días o más, que se producían en cada grupo.
Los resultados demostraron que hubo complicaciones neonatales graves en un 0,38% de los embarazos en que se había utilizado el RCP y en un 0,73% de aquellos en que no se usó, "una diferencia que en apariencia es pequeña, pero que representa reducir 3,5 casos de complicaciones graves por cada 1.000 embarazos clasificados como de bajo riesgo".
Si estas cifras se extrapolan al total de partos en España en 2022 (330.000), se pueden evitar 1.150 complicaciones neonatales graves.