MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las personas que han sido totalmente vacunadas contra la COVID-19 y son inmunes al virus pueden, no obstante, desarrollar la enfermedad, aunque en raras ocasiones. En este contexto, científicos de la Universidad Rockefeller (Estados Unidos) apuntan que las pruebas continuas de las personas inmunizadas serán importantes para ayudar a mitigar futuros brotes.
La investigación, publicada esta semana en la revista 'New England Journal of Medicine', informa de los resultados de un seguimiento en curso dentro de la comunidad de la Universidad Rockefeller, en el que dos personas totalmente vacunadas dieron positivo al coronavirus.
Ambos habían recibido dos dosis de la vacuna Moderna o de la Pfizer, y la segunda dosis se había administrado más de dos semanas antes de la prueba positiva. Una de las personas fue inicialmente asintomática y luego desarrolló los síntomas típicos de COVID-19; la otra desarrolló los síntomas antes de la prueba. Ambas personas se recuperaron en casa, un resultado consistente con las pruebas que sugieren que la vacunación es eficaz para prevenir la enfermedad grave.
La secuenciación del genoma reveló múltiples mutaciones en ambas muestras víricas, incluida la variante E484K en un individuo, identificada por primera vez en Sudáfrica y Brasil, y la variante S477N en el otro individuo, que se ha estado propagando en Nueva York desde noviembre.
"Estos pacientes se vacunaron, tuvieron una gran respuesta inmunitaria y, sin embargo, irrumpieron con una infección clínica", explica Robert B. Darnell, que dirigió la investigación con el inmunólogo Michel C. Nussenzweig, el virólogo Paul Bieniasz y el genetista Richard P. Lifton.
Los investigadores pudieron discernir una cantidad cuantificable de virus en las muestras de saliva de las pruebas rutinarias que se realizan en la Rockefeller, y secuenciar el ARN viral utilizando un nuevo método de análisis de coronavirus. Desde enero, la universidad ha exigido a todos los empleados que trabajan en sus instalaciones que se sometan a pruebas semanales mediante este ensayo de PCR basado en la saliva.
Las observaciones sugieren lo que probablemente es un riesgo pequeño pero continuo entre los individuos vacunados, y la posibilidad de que puedan seguir propagando el virus.
"La idea de que podemos acabar por completo con las pruebas en el mundo posvacunal probablemente no sea buena en este momento; por ejemplo, incluso las personas totalmente vacunadas que desarrollan síntomas respiratorios deberían considerar la posibilidad de hacerse la prueba de COVID-19. A la inversa, la exposición a individuos con infección conocida, incluso si están totalmente vacunados, debe tomarse en serio y, de nuevo, los individuos deben considerar hacerse la prueba", detalla.
"Dado el alcance de la pandemia, hay una enorme cantidad de virus en el mundo en este momento, lo que significa una enorme oportunidad para que se desarrollen y propaguen mutaciones. Eso va a ser un reto para los desarrolladores de vacunas en los próximos meses y años", remacha.