MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
El estreñimiento supone entre un 25 y un 30 por ciento de las consultas pediátricas y su manejo debe realizarse desde una óptica multidisciplinar con medidas que incluyan, no solo un tratamiento farmacológico sino también modificaciones dietéticas y de conducta, según se desprende de la Guía de estreñimiento en el niño, presentada el pasado viernes durante el XXII Congreso de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP).
ESTREÑIMIENTO EN MENORES
"El abordaje del estreñimiento en menores debe contemplarse por los diversos especialistas que tienen contacto con el niño en sus diferentes etapas. Por eso es importante contar con una guía práctica que englobe todos los aspectos de identificación de los síntomas y del tratamiento", asegura la doctora Beatriz Espín, vocal de la SEGHNP y coordinadora de este trabajo.
El manual, que ha sido elaborado con la colaboración de Casen Recordati por especialistas de diferentes disciplinas pediátricas -Gastroenterología, Pediatría de Atención Primaria, Urgencias pediátricas y Cirugía pediátrica-, da las pautas a seguir en la práctica clínica para el tratamiento de esta patología.
El estreñimiento, indica esta experta, "no se debe a una única causa y por tanto debe abordarse aplicando varias medidas". "Es muy importante combinar los medicamentos con un cambio en la dieta, que sea diversa y con las cantidades adecuadas, y la adopción de nuevos hábitos y comportamientos", añade la doctora Espín, que pertenece a la Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica UGC Pediatría del Hospital Infantil Virgen del Rocío (Sevilla).
Además, recomienda un seguimiento cercano, ya que "requiere dedicación, tiempo de consulta, paciencia y alto grado de conexión con la familia y el niño. La base del éxito terapéutico es la adherencia al tratamiento", apunta.
En cada una de las tres etapas pediátricas -lactante, niño de 1 a 3 años, y niño mayor de cuatro años- hay factores de riesgo que pueden provocar una disminución o cambio en las características de las deposiciones.
"Existen condicionantes en el tipo de alimentación que efectúa el niño que se relacionan con una mayor consistencia y dureza de las heces. Un ejemplo de ello es la lactancia artificial en el lactante o el mantenimiento de dietas con exceso de lácteos y una pobre ingesta de alimentos ricos en fibra", explica la doctora Espín.
De cara a facilitar el tratamiento del estreñimiento infantil, esta guía incluye una serie de tablas, escalas, gráficos y algoritmos que facilitan su diagnóstico y tratamiento. Además, aglutina una detallada lista sobre los tratamientos farmacológicos, "con las dosis Y pautas de administración más adecuadas, así como los fármacos comercializados para población pediátrica", recalca.
LA RETIRADA DEL PAÑAL
"Cuando comienzan con el control de esfínteres muchos niños sienten miedo y desarrollan una actitud de oposición o rechazo a la defecación. Planificar correctamente cómo y cuándo realizar la retirada del pañal se considera, junto con el establecimiento de unos hábitos dietéticos saludables, como uno de los pilares fundamentales de la prevención del estreñimiento", comenta.
La experta recuerda que debe comenzarse únicamente cuando el niño tenga un patrón de defecación normal y muestre que ya está preparado mediante indicadores fisiológicos, conductuales y del desarrollo. "Si al iniciar el entrenamiento se aprecian signos de inmadurez, es preferible posponerlo", afirma.
De hecho, uno de los aspectos que se ven más afectadas cuando existe estreñimiento es la esfera emocional del niño. "La relación con el entorno escolar e incluso familiar se ve alterada por esta patología. Es un tema tabú para ellos. Por eso cuando mejoran se vuelven más sociables y relajados", añade.