MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Estratificar los síndromes mielodisplásicos es clave para mejorar el abordaje de sus pacientes ya que son procesos heterogéneos, tanto biológicamente como en su comportamiento evolutivo, según han señalado desde la Sociedad Española de Hematología y Hematoterapia (SEHH)a través de su Grupo Español de Síndromes Mielodisplásicos (GESMD) en marco de su día mundial que se celebra este miércoles.
"Hay pacientes con una esperanza de vida similar a la población general mientras otros ven su vida recortada a semanas o pocos meses. Por ello, y dadas las escasas alternativas de tratamiento disponibles, adaptar el tratamiento al riesgo individual es crítico", ha declarado el presidente de la sociedad y coordinador del grupo, Guillermo Sanz.
En este sentido, "el único tratamiento curativo de estos síndromes es el trasplante alogénico de células hematopoyéticas, modalidad terapéutica que solo está disponible, por presentar una edad muy avanzada con enfermedades intercurrentes o no disponer de donante apropiado, en el 10 por ciento de los pacientes".
En el resto de pacientes el tratamiento de elección es de azacitidina, "que en ensayos clínicos ha demostrado dar marcha atrás el reloj de la enfermedad y aumentar la supervivencia". Pero, "en vida real los resultados de este tratamiento no son tan claros, por lo que es fundamental reconocer los motivos de este comportamiento, incluyendo la posibilidad de que no se está manejando de la forma más adecuada".
Por otro lado, la secuenciación genómica masiva ha permitido conocer cómo y por qué se desarrollan y progresan estos síndromes, así como ayuda a mejorar su diagnóstico y el pronóstico.
En concreto permite reconocer dianas genéticas que facilitan el desarrollo de drogas innovadoras; personaliza y reconoce biomarcadores predictivos dando respuesta a determinados tratamientos, evitando la exposición a fármacos ineficaces de elevado coste y aumentando la eficiencia del sistema sanitario.