Estimulación transcraneal, un tratamiento prometedor para la fibromialgia

Fibromialgia
MARTÍNEZ-ECHEVARRÍA ABOGADOS - Archivo
Actualizado: miércoles, 5 diciembre 2018 12:08

MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

Las técnicas de estimulación cerebral no invasiva son eficaces para el tratamiento de distintas enfermedades, como es el caso de la fibromialgia, según el responsable de la Unidad de Dolor del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, José María Hernández.

"Aunque la causa de la fibromialgia aún no se conoce, diferentes investigaciones sugieren que puede existir un desequilibrio entre la transmisión de los impulsos nerviosos excitatorios e inhibitorios en el sistema nervioso central, lo cual se asocia con hipersensibilidad al dolor, así como trastornos psicológicos y trastornos del sueño", añade el experto.

Según Vithas, la fibromialgia afecta a entre un 3 y un 5 por ciento de la población. Los pacientes presentan síntomas muy variados, como dolor generalizado, cansancio, alteración del sueño, rigidez músculoesquelética, dificultad de concentración, alteraciones de la memoria, ansiedad, depresión o debilidad muscular entre otros. "El enfoque multidisciplinar es fundamental para abordar con éxito esta patología y una de los tratamientos con los que contamos en nuestra unidad es la estimulación eléctrica transcraneal", señala Hernández.

Se trata de una técnica cuyo potencial terapéutico radica en la capacidad de inducir cambios transitorios en los estados de excitabilidad cortical, la neuromodulación y la plasticidad cerebral. Como apunta el doctor Hernández, "se trata de una técnica no invasiva, que se realiza utilizando dos electrodos (esponjas empapadas con suero fisiológico para facilitar el contacto y la transmisión de corriente) y que se colocan sobre la corteza cerebral, en la zona frontal y parietal".

Dichos electrodos están conectados a un aparato de estimulación o generación de corriente constante "muy baja". Hernández puntualiza que el paciente puede notar una "ligera sensación de hormigueo" durante unos segundos que "suele desaparecer". La pauta media recomendada para este tipo de tratamiento es de 10 sesiones de 20 minutos de duración. Además, como indica el especialista, "el tratamiento es totalmente seguro, indoloro, no invasivo, bien tolerado y de fácil administración".