MADRID 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
El director clínico de Farmacoterapia del Instituto Nacional sobre la Drogadicción de Estados Unidos (NIDA, en sus siglas en inglés), Iván Montoya, asegura que el próximo año podría aprobarse en Estados Unidos el uso de la primera vacuna terapéutica contra la nicotina. En España, según prevé, no llegaría hasta 2013.
Así lo ha asegurado en el marco de las XXXVIII Jornadas Nacionales de Socidrogalcohol, que se celebran estos días en Madrid, explicando que están a la espera de que salgan los últimos resultados de dos estudios en fase III, con mil pacientes cada uno, que evalúan la eficacia de un nuevo compuesto cuyos ensayos clínicos previos son esperanzadores.
"Si son positivos, esperamos que la vacuna esté aprobada por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) el año próximo", ha asegurado este experto.
La aprobación en la Unión Europea "sería también muy rápida", añade el doctor Julio Bobes, presidente de Socidrogalcohol, aunque su llegada a España podría "demorarse unos seis meses" ya que "hay que discutir su financiación y su precio", que en cualquier caso todavía se desconoce en ambos continentes.
Esta vacuna sería terapéutica y no preventiva, de modo que ayudaría a las personas ya fumadoras a curar su adicción, y el procedimiento para su desarrollo es similar al que se está utilizando para el de otras vacunas terapéuticas contra otras sustancias adictivas, como la de la cocaína.
Según ha explicado Montoya, la vacuna está formada por una molécula de nicotina acompañada de una bacteria a la que se le quita su virulencia, es decir, la parte genética que produce enfermedad, de modo que cuando se inyecta en el organismo no produce la fiebre o dolores de cabeza que suele provocar ya que está atenuado.
Con esta combinación, se consigue estimular el sistema inmune del individuo cuando éste fuma para que produzca anticuerpos que "impiden que la nicotina supere la barrera hematoencefálica y llegue al cerebro".
De este modo, "al secuestrar el sistema inmune a la nicotina, ésta se queda en el torrente sanguíneo, por lo que no se van a producir los efectos placenteros y adictivos" que provoca.
"Si conseguimos que el fumador no sienta los efectos del tabaco, eventualmente deja de fumar", asegura Montoya.
SEIS MESES DE TRATAMIENTO
La duración del tratamiento es de seis meses e incluye varias inyecciones, si bien los estudios han demostrado que la mejor respuesta inmune se obtiene después del primer mes, a partir del cual "el individuo ya está en condiciones de dejar de fumar".
No obstante, ambos expertos aseguran que este tratamiento farmacológico debe acompañarse de una terapia motivacional, que empieza antes de iniciar la vacunación y continúa después de la misma para minimizar el riesgo de recaídas.
Además, el representante del NIDA no ha descartado que en un futuro se puedan desarrollar vacunas contra la nicotina que sean preventivas, como la de la polio, el tétano o la difteria, "de modo que se puedan utilizar en jóvenes que apenas empiezan a consumir para evitar que se vuelvan adictos a esta sustancia".
Los estudios se han realizado íntegramente en Estados Unidos, gracias a la colaboración del NIDA y la farmacéutica Navi. No obstante, la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) ha financiado uno de los dos ensayos y todavía se desconoce qué laboratorio tendrá finalmente los derechos de comercialización.
VACUNA PARA LA COCAÍNA
Durante este encuentro, también se han abordado los diferentes estudios que se están realizando para una futura vacuna contra la cocaína. Pese a que el desarrollo de esta terapia es similar, los estudios al respecto no están tan avanzados como en el caso de la nicotina.
Actualmente hay un ensayo clínico en marcha en Estados Unidos con unos 300 individuos, en el que se evalúa la eficacia de una vacuna que, en lugar de una bacteria, incorpora un adenovirus.
"Parece que la vacuna es muy inmunogénica, con mucha capacidad para producir anticuerpos, por lo que si funciona habría una nueva alternativas para los adictos a esta sustancia", ha reconocido Montoya.