MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
Uno de cada diez nacimientos que se produjeron el año pasado, fueron gracias a un tratamiento de reproducción asistida, según afirma el director de I+D+I y de la Unidad de Oncofertilidad de la clínica de fertilidad Fertilab Barcelona, el doctor Álex Garcia-Faura.
Actualmente, el 70 por ciento de los tratamientos de fertilidad que se realizan son de alta complejidad, llegando hasta 50.000 tratamientos, según el último registro de la Sociedad de Fertilidad Española.
"Mientras que en el año 2000 la edad media del primer parto era a los 26 años, actualmente esta cifra sobrepasa los 32", según aclara el doctor Garcia-Faura. Por consiguiente, cada vez más y con ayuda de los tratamientos de fertilidad, esta edad se va retrasando: en el año 2020 el 10 por ciento de los partos eran de madres de más de 40 años, mientras que en el 2010 solo lo eran el 5 por ciento.
No obstante, optar por un tratamiento de fertilidad no tiene que ver exclusivamente con el retraso de la maternidad. Hay otros fenómenos que pueden empujar a buscar un diagnóstico por dificultades a la hora de concebir y que son olvidados por muchas personas, como la influencia que tienen los tóxicos ambientales en el desarrollo de los bebés y el transcurso del embarazo. En este sentido, según aclara el doctor Garcia-Faura, en el caso del varón "se han tenido que cambiar los parámetros del seminograma porque si no, solo cumpliría con ellos el 20 por ciento de los hombres".
Además, el doctor Garcia-Faura explica que también "es importante evaluar el estado de ciertos factores como los hábitos de los pacientes, la calidad del semen, cómo es la ovulación o posibles patologías que pueden ser un riesgo durante el embarazo. Conociendo cuál es el problema, podremos recomendar una solución, que en muchas ocasiones no tiene por qué recaer en un tratamiento de reproducción asistida".
No todo tiene que ver necesariamente con la edad ya que, en ocasiones "puede ser que sea la persona joven la que tiene dificultades", asegura el doctor Garcia-Faura y añade que "dentro de este 10 por ciento de pacientes que necesitan un tratamiento de fertilidad porque no pueden concebir naturalmente, un tercio del problema tiene que ver con los óvulos, otro tercio con los espermatozoides y el último tercio tiene que ver con problemas que provienen de ambos miembros de la pareja".