MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El especialista del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos, Norberto Mañas, aboga por el cribado oportunista para prevenir e identificar a pacientes con riesgo de cáncer gástrico, tal y como ha expuesto durante la tercera jornada virtual del 'XXVI Simposium Díaz-Rubio sobre el tratamiento actual de las enfermedades digestivas'.
Así, ha expresado que esta detección se puede realizar en la consulta, a partir de los antecedentes familiares o con las biopsias previas. Además, "debemos pedir a los anatomopatólogos que calculen el estadiaje, y que indiquen si la metaplasia es completa o incompleta", ha explicado.
Asimismo, a su juicio, la gastroscopia puede ser "una oportunidad para la detección de estas lesiones precursoras", si bien es imprescindible realizar esta prueba con alta calidad. En este sentido, ha aconsejado que las biopsias sean, al menos, de dos regiones topográficas gástricas.
ESTEATOSIS PANCREÁTICA
En su intervención, la doctora del Servicio de Aparato Digestivo del Clínico San Carlos, Dulce María Cruz Santamaría, ha hablado de la relevancia de la esteatosis pancreática. "No conocemos bien su fisiopatología y todas sus consecuencias clínicas, pero sabemos que puede agravar, modular o causar diferentes procesos metabólicos, inflamatorios o, incluso, neoplásicos", ha comentado.
Cruz ha indicado también que la esteatosis pancreática "tiene consecuencias clínicas", por lo que también ha mencionado las pruebas diagnósticas que se deben emplear. En ocasiones, esta patología "conduce a errores". Asimismo, es necesario hacer un seguimiento a estos pacientes para confirmar la enfermedad y, en su caso, establecer un tratamiento adecuado.
SOSPECHA DE ENFERMEDAD POR IgG4
Por su parte, la miembro del Servicio de Aparato Digestivo del Clínico San Carlos, Natalia López Palacios, ha dado información para sospechar la enfermedad por IgG4. Según su definición, se trata de una afección fibroinflamatoria crónica que puede ocurrir en cualquier sitio anatómico y que en el caso del aparato digestivo suele afectar al páncreas.
Se presenta con un infiltrado linfoplasmocítico denso, rico en células plasmáticas positivas para IgG4. López Palacios ha destacado las dificultades para diagnosticar esta patología, ya que "se presenta de forma subaguda y larvada". "Son raros los síntomas sistémicos y constitucionales, y los pacientes no suelen presentar fiebre, y muchas veces el diagnóstico se produce de manera incidental cuando hacemos una prueba de imagen", ha añadido.
"Para ayudarnos a realizar el diagnóstico, recientemente se ha establecido una clasificación de la enfermedad. Es muy importante conocer esta patología y sospecharla cuanto antes", ha abundado, porque, de esta forma, "se podrá evitar la realización de cirugías innecesarias por sospecha de cáncer, en lugar de pensar que se trata de una tumoración inflamatoria". Además, ha incidido en que un diagnóstico precoz puede reducir la posibilidad de desarrollar una fibrosis irreversible si se aplica un tratamiento temprano con corticoides.
NOVEDADES TERAPÉUTICAS EN HEPATOCARCINOMA
A continuación, la integrante del Servicio de Aparato Digestivo del Clínico San Carlos, Maite Maroto, ha analizado las novedades terapéuticas en hepatocarcinoma, que se engloban dentro de la terapia sistémica. "Para seleccionar la terapia más adecuada para cada paciente, hay que tener en cuenta, entre otros factores, el estadio tumoral", ha explicado, añadiendo que "los pacientes candidatos a terapias sistémicas son aquellos que tienen enfermedad extrahepática", si bien hay algunas excepciones, como ha puntualizado la especialista.
"Es imprescindible que estos pacientes tengan una función hepática preservada", es decir, hay que tratar cualquier tipo de descompensación antes de valorar la posibilidad de tratamiento. Otros factores que se deben tener en cuenta son las características del paciente, como ha indicado Maroto, porque "algunas comorbilidades basales contraindican cada uno de los tratamientos".
Finalmente, la especialista ha destacado que los recientes avances en el tratamiento del hepatocarcinoma han permitido disponer de un mayor arsenal de terapia sistémica que ha demostrado beneficio en la supervivencia de estos pacientes. El pronóstico del hepatocarcinoma avanzado depende de la adecuada selección del tratamiento, que debe tener en cuenta la carga tumoral, la función hepática, las comorbilidades del paciente y el perfil de efectos adversos de cada uno de los fármacos.