MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
Expertos en sida reclaman a las autoridades europeas y al Ministerio de Sanidad que regulen el uso de la terapia antirretroviral como profilaxis en determinados grupos de riesgo, después de que la evidencia científica haya confirmado que puede reducir hasta un 90 por ciento las posibilidades de contagio.
Así lo han defendido diferentes expertos durante el XX Congreso anual del Grupo de Estudio del Sida (Gesida) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) que se celebra estos días en Madrid.
"Llevamos tres años de retraso", según ha reconocido el jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario La Paz de Madrid, José Ramón Arribas, que lamenta que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) sigue sin autorizar la llamada profilaxis preexposición (PrEP) cuando en Estados Unidos se permite su uso desde 2012.
Este tratamiento preventivo se realiza por el momento con el antirretroviral 'Truvada', de Gilead, y la ausencia de una indicación europea frena su uso en España. No obstante, ha añadido Arribas, en Francia sí se usa como profilaxis ya que "han encontrado una vía alternativa para prescribirlo".
Gesida está analizando la evidencia científica disponible y en enero de 2016 presentarán una serie de recomendaciones que concreten en qué casos debería utilizarse y cuál es la pauta de administración más adecuada.
Además, recuerdan que su uso es coste-eficaz ya que por cada 13 personas de alto riesgo tratadas se evita un contagio que requeriría un el gasto público en antirretrovirales de por vida, mientras que el uso del PrEP es limitado en el tiempo. Además, los principios activos de este tratamiento profiláctico perderán la patente en 2017 por lo que podrían salir un genérico cuyo coste sería menor.
SU USO DIARIO, LO MÁS EFICAZ
El investigador Raphael Landowitz, de la Universidad de California (Estados Unidos), que participa en este encuentro, ha explicado que en los ensayos clínicos realizados se ha visto que su uso es eficaz para prevenir el VIH "si se toma al menos cuatro veces a la semana" aunque lo ideal, ha matizado, es su uso diario.
Además, también ha apuntado la posibilidad de usarlo "cuando uno sabe que va a tener una relación sexual". En esos casos, se aconseja tomar una dosis doble entre 24 y dos horas antes de la posible exposición al VIH por vía sexual y luego dos dosis más 24 y 48 horas después.
Del mismo modo, los estudios realizados han demostrado que la eficacia de este tratamiento profiláctico es mayor en hombres que tienen sexo con otros hombres que en mujeres, ya que las concentraciones del fármaco en la vagina son hasta diez veces más bajas que en la vía rectal.
En cuanto a en qué personas debería recomendarse, Arribas ha explicado que la Sociedad Clínica Europea del Sida (EACS, en sus siglas inglés) aconseja usarla en aquellas personas que están en riesgo de contagio, entre las que destacarían quienes ya han sufrido una enfermedad de transmisión sexual, han usado profilaxis post-exposición o cuyo uso del preservativo "no es rutinario".
¿HACER UN HISTORIAL DE LA ACTIVIDAD SEXUAL?
Sin embargo, Landowitz ha reconocido la dificultad de administrarla siguiendo guías de práctica clínica ya que eso conllevaría indagar en la actividad sexual de las personas y "los médicos y los pacientes pueden no sentirse cómodos al hablar de ello". Además, ha añadido, implicaría registrar el historial sexual de cada potencial paciente.
El presidente del Congreso y miembro de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Juan Berenguer, reconoce la dificultad de hacer estos seguimientos en los hospitales y lamenta que España no tenga una red de clínicas de salud sexual como hay en Reino Unido.
No obstante, advierte de que "la prescripción en cualquier caso debe hacerla siempre un médico", ya que puede presentar contraindicaciones y posibles toxicidades asociadas a su uso.
EL DIAGNÓSTICO SIGUE SIENDO TARDÍO
Este experto también ha insistido en la necesidad de mejorar la detección de la enfermedad, ya que actualmente la mitad de los más de 3.000 nuevos casos que se registran en España se diagnostican tarde, cuando el virus ya está muy extendido, lo que multiplica por 10 el riesgo de mortalidad al tiempo que aumenta el riesgo de que pueda producir nuevos contagios.
Además, se estima que hasta un tercio de los pacientes está sin diagnosticar, en parte por la pérdida de la percepción del riesgo de contraer la enfermedad.
"La generación actual no ha visto lo que puede hacer el VIH", ha añadido Arribas, que insiste en la necesidad de diagnosticar y tratar cuanto antes la enfermedad ya que "un paciente tratado es un paciente que no contagia", gracias a que los tratamientos no consiguen curar la enfermedad pero sí reducen la presencia del virus a niveles indetectables.
Actualmente en España la prueba del VIH es obligatoria en determinados casos, como ante un embarazo o en donantes de sangre, y se recomienda su uso en aquellas personas de 20 a 59 años que son sexualmente activos que se vayan a someter a un análisis de sangre por cualquier otra causa. Sin embargo, reconoce Berenguer, "si se siguiera esta recomendación la infección no seguiría oculta".
Por su parte, el presidente de Gesida, Antonio Rivero, ha defendido la necesidad de que el Ministerio no acabe con la especialidad de Enfermedades Infecciosas, que según el último Real Decreto que regula la troncalidad de las especialidades médicas pasaría a ser un área de capacitación específica.