"El uso de las nuevas tecnologías ha hecho que la miopía haya aumentado"
MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
En España no hay una cultura sobre la importancia de la salud visual, "a pesar de que somos conscientes de que el 90 por ciento de la información que recibimos es a través de los ojos", alerta el presidente de la Asociación Visión y Vida, Salvador Alsina, con motivo del Día Mundial de la Visión, que se celebra este jueves.
Mirando el futuro, según explica a Europa Press, "queda mucho por hacer en el concepto de salud visual", sobre todo teniendo como perspectiva que uno de cada tres casos de fracaso escolar está relacionado con problemas visuales; que se estima que en el año 2020 el 33 por ciento de los jóvenes sufrirá miopía debido al mal uso de aparatos electrónicos; y que el glaucoma sigue siendo la primera causa de ceguera entre las personas mayores.
"El uso de las nuevas tecnologías (tables, smartphones, etc) ha hecho que la miopía haya aumentado de manera muy importante en los últimos años", advierte este experto, quien recuerda como otro problema importante la fatiga visual y los accidentes laborales que afectan a los ojos entre los trabajadores.
En cuanto a los mayores, Alsina recuerda que la presbicia y la vista cansada son dos de los grandes problemas visuales que afectan a los mayores, "lamentablemente la gente mayor cada vez dispone de menos medios y son los que presentan más problemas por la aparición de cataratas".
Conseguir un 100% de salud visual es el objetivo de la fundación que preside, y que aboga por utilizar todos los medios a su alcance para informar, educar y aconsejar, tanto a la población en general como a los profesionales, de la necesidad de una buena visión en la sociedad española.
En este sentido, a la hora de puntuar la situación de los españoles, destaca que, "en cuanto a la utilización de medios correctivos, España esta ligeramente por debajo de los países europeos más avanzados", concretamente Francia, Italia y Alemania; no obstante, "en España lo que hay es un número elevado de ópticas", en comparación con países del entorno.
¿QUÉ DEBEMOS HACER?
Al igual que en el resto de las partes del organismo, la prevención es clave para que los ojos sigan funcionando correctamente durante el mayor tiempo posible; para ello, un sencillo reconocimiento se puede convertir en el principal aliado para conservar la visión.
El óptico-optometrista es capaz de determinar si se padece algún defecto refractivo, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, además puede observar indicios de posibles patologías que afectan a la salud ocular, como el glaucoma, las cataratas y enfermedades retinianas como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) o la retinopatía diabética, que pueden provocar en muchos casos una pérdida irreversible de la visión.
"El plazo normal de una revisión debe ser del orden de dos años, no más, pero en España estamos más cerca de los 4 años. Además, nos hemos dado cuenta en este periodo de crisis de que las revisiones se alargan", afirma.
Además, se ha observado que, "cuando la diferencia entre la corrección que uno necesita y la nueva es pequeña -un cuarto o media diotría -, se opta por no cambiar las gafas por problemas económicos", este es un fenómeno que han definido como "pobreza visual".
El experto recuerda que, por un lado, están los defectos visuales que hay que controlar- y se presentan en un alto porcentaje en la población-, como son la miopía (pérdida de visión lejana), hipermetropía (pérdida de visión cercana), astigmatismo (distorsión de las imágenes) o presbicia (visión cercana defectuosa, que en muchos casos impide leer sin gafas).
Y, por otro lado, las que se relacionan con enfermedades, siendo el glaucoma y las cataratas las que más preocupa. "El glaucoma es un aumento de la presión intraocular, que no tiene en la mayoría de los casos síntomas y que cuando se detecta, en muchos casos, se ha perdido un 40 por ciento de la visión. Mientras, las cataratas aparece con el paso de los años y si no se detecta a tiempo disminuye la calidad de vida de la persona afectada", explica.
En general, Alsina aconseja acudir de manera periódica óptico o al oftalmólogo para poder evaluar la situación del sistema visual, y, por otra parte, tener hábitos visuales saludables. Concretamente, es conveniente mantener unos hábitos higiénicos como no mantenerse horas frente al ordenador, realizar descansos en la visión -parpadeando y mirando al infinito-, adoptar una buena posición y tomar la distancia recomendada con la pantalla.
En el caso de los niños y adolescentes, hay que observarlos ante posibles defectos visuales, si modifican su postura al leer, se quejan de dolores de cabeza o tienen picores en los ojos, es conveniente acudir a una revisión.