MADRID 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
En España cada año unos 250.000 pacientes tiene su enfermedad en fase avanzada o terminal, de ellos se estima que 130.000 necesitan cuidados paliativos especiales al final de su vida, sin embargo, alerta el doctor Javier Rocafort, director médico de la Fundación Vianorte-Laguna, actualmente, no se cuenta con un Área de Capacitación Específica en Medicina Paliativa que ayude a atender como corresponde la demanda.
En Europa ya existen 13 países en los que hay especialidad y Subespecialidad en Cuidados Paliativos, y, explica a Europa Press, "si nos consideramos un país europeo, debería regularse la forma en que se garantiza que un profesional sabe lo suficiente como para atender la fase final de una enfermedad cuando ésta es compleja".
No obstante, sin esta acreditación formativa, España se encuentra en la media de los países europeos aunque, advierte, "una de las cuestiones por las que no está a la cabeza del ranking es precisamente la falta de una especialización en paliativos".
Actualmente, de las 43 facultades de medicina, solo la mitad imparten asignaturas optativas de Paliativos, y únicamente hay 6 con programas formativos obligatorios. Sin embargo, "los cuidados paliativos son un derecho para todos los españoles", desde el momento en el que existe una Estrategia Nacional en Cuidados Paliativos para el conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS), probada por unanimidad en el Consejo Interterritorial en 2007.
"La estrategia es asumida por todas las comunidades autónomas y casi todas han desarrollado planes completos de cuidado palitaivos", afirma, aunque "todavía quedan huecos por cubrir que nos equiparé a otros países europeos".
A nivel de la asistencia en España, entiende que el hecho de que los cuidados paliativos sea una disciplina "joven", sumado a la crisis que afecta desde hace años al país, han provocado que "haya zonas de España donde no hay una previsión completa y otras zonas donde hacen falta más equipos de paliativos".
"Los equipos están bien compuesto por profesionales capacitados pero sin un área de capacitación no podemos garantizar que el cien por cien de los equipos este compuestos por profesionales capacitados", afirma Rocafort, quien señala que "los ciudadanos españoles se merecen que la Administración garantice que los sistemas de selección, para conseguir profesionales adecuados, sean sistemas serios, basados en un título para desempeñar esta profesión".
Esta petición no es nueva, desde la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, así como desde organizaciones profesionales y familiares ya se ha realizado esta demanda que, por otra parte, "ha sido bien recibida desde la Administración y los grandes grupos políticos, así como desde el resto de sociedades médicas".
Precisamente, con el objetivo de dar a conocer aún más la situación de estos profesionales el Hospital Centro de Cuidados Laguna se ha organizado una Jornada sobre Especialización en Cuidados Paliativos. "Queremos poner de manifiesto, uniendo a todas las partes implicadas en una posible capacitación, que se puede hacer y que no hay barreras para llevarlo adelante, ya que hace falta en España", añade.
DOLOR FÍSICO Y PSICOLÓGICO
El objetivo de los cuidados paliativos es mejorar la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y alivio del sufrimiento por medio de la identificación temprana e impecable evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas, físicos, psicológicos y espirituales.
Los equipo de cuidados paliativos están compuestos por profesionales de medicina y enfermería, así como psicólogos e incluso asistentes sociales. "Cuando la situación del paciente no se puede controlar con los medios clásicos requiere una atención especial", explica.
Es decir, "cuando un paciente no tiene una situación compleja, no hay problema porque no necesitan un equipo especializado de paliativos", sin embargo existe un gran número de pacientes que deben de afrontar "el dolor, la disnea, la angustia, y problemas sociales e incluso con la información que reciben" a los que se les debe ofrecer garantías de control de los efectos que le genera su enfermedad.
"La medicina paliativa, con distintos tipos de estrategia ha conseguido poder garantizar el control de cualquier síntoma hasta un nivel de control completo o muy soportable, en el que un síntoma grave se convierte en un síntoma leve", añade, al tiempo que destaca que su objetivo es "conseguir un grado de dolor muy aceptable y perfectamente soportable".
"Esto se puede conseguir siempre cuando interviene un equipo de palitivos por muy complejo que sean los síntomas", afirma Rocafort, quien destaca que en España existe mucho nivel entre los profesionales.
Cerca del 60 por ciento de los enfermos en fase terminal puede presentar dolor, mientras que de ellos el 35 por ciento los sufre de modo grave o severo, según una revisión de datos de estudios sobre prevalencia del dolor en enfermos que sufren enfermedades terminales en España. Como ejemplo, destacan problemas respiratorios afectan a entre el 70 y 90 por ciento de los pacientes con cáncer durante la última semana de vida, sobre todo se ven afectados por la sensación de asfixia.
Más a allá del dolor físico, se encuentra e estado psicológico de estos pacientes, así se sabe que en el 30 por ciento casos los pacientes en fase avanzada pueden sentir desánimo, mientras que el 43 por ciento presentan niveles elevados de angustia que necesitan el apoyo de profesionales.
"Esta situaciones demandan que los profesionales que les atienden sean muy competentes. Estamos poniendo toda la atención en una situación muy delicada y, por tanto, el manejo de estos síntomas debe ser exquisito", ha explicado reiterando que la importancia del desarrollo de un Área de Capacitación.
Por otra parte, destaca el beneficio que puede suponer en cuanto al ahorro la puesta en marcha de unidades de Cuidados Paliativos. Así, se ha estimado un ahorro que podría suponer un 40 por ciento, ya que favorece el control sobre las prescripciones farmacéuticas y pruebas complementarias.