La descarga para un adulto no debe ser la misma que para un menor
MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los espacios cardioprotegidos deben tener desfibriladores con parches preconectados y con opción pediátrica, ya que la descarga para un adulto no debe ser la misma que para un niño, según señala a Europa Press el fundador del 'Proyecto Salvavidas' y auditor jefe de 'Espacios Cardioprotegidos' de la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo (Semst), Rubén Campo.
A su juicio, el hecho de que estos dispositivos tengan estos elementos preconectados es "uno de los aspectos importantes" ya que, a la hora de utilizar un equipo, "cuantas menos acciones tenga que realizar el usuario mayor será la efectividad". De cualquier forma, éstos son "similares" desde el punto de vista operativo, situándose su precio "entre los 1.100 y los 1.500 euros", explica.
Para Campo, la descarga que recibe un adulto "es distinta a la que debe recibir un niño de 8 años", por lo que, en caso de que el equipo esté destinado a un lugar de tránsito de menores, es "fundamental" que exista la opción pediátrica.
Así, expone que algunos modelos utilizan el mismo parche y en el propio equipo permite seleccionar una u otra opción, mientras que otros disponen de parches pediátricos independientes. De cualquier forma, la recomendación es que el desfibrilador tenga un programa pediátrico, ya que "hay modelos que utilizan la misma programación y disponen en el parche pediátrico de un reductor de energía".
No obstante, el experto sostiene que existen otros aspectos a reseñar, como es el caso de los autochequeos, mediante los cuales los equipos "detectan cualquier anomalía y avisan mediante señales acústicas y sonoras". Por ello, manifiesta que es conveniente "tener un distribuidor que ofrezca un servicio de envío de equipo de cortesía, para que siempre este disponible el servicio".
Todo ello es remarcado por Campo debido a que "cada año fallecen en España mas de 25.000 personas por paradas cardiacas fuera del ámbito hospitalario", a lo que se une el hecho de que "la mitad de ellas son presenciadas por otras personas". Por ello, sostiene que actuar en los primeros cinco minutos "es fundamental para salvar una vida".
De este modo, y a pesar de que las entidades de Emergencias en España "tienen una gran eficacia", el escaso tiempo disponible tras una parada cardiaca "hace necesaria la actuación de los presentes", indica al tiempo que subraya que el uso de un desfibrilador y los conocimientos en reanimación cardiopulmonar "son esenciales" para mantener un cuerpo con vida hasta que lleguen los profesionales.
ESTOS DISPOSITIVOS SON "MUY DESCONOCIDOS" ENTRE LA POBLACIÓN
Estos dispositivos son "muy desconocidos" entre la población, lamenta Campo, que concreta que éstos "son equipos médicos portátiles que funcionan de forma independiente al disponer de baterías". Su utilización está destinada principalmente a personal no sanitario, por lo que son "muy sencillos" y disponen de muy pocas variables, afirma.
Así, una vez encendido, el propio elemento "nos dirá que llamemos a los servicios de Emergencias, que descubramos el pecho del paciente, que coloquemos los parches adhesivos y que no toquemos al paciente", sostiene. Tras ello, éste analizara el corazón y, en caso de conveniencia, "dará una descarga o indicara presionar el botón de esta opción", asegura.
Además, el equipo informará de que se comience la reanimación, algo que hará mediante señales acústicas "para llevar el ritmo", indica. De esta forma, cada dos minutos, volverá a analizar el cuerpo del paciente para repetir la misma secuencia.
Todo ello se produce en dos modelos distintos de desfibriladores, que son el externo automático (DEA) y el externo semi automático (DESA), siendo este último el más extendido en España. La diferencia entre ambos radica en la descarga automática o en la necesidad de apretar un botón para la misma.
En cuanto a la normativa vigente en relación al uso de desfibriladores, Campo señala que un Real Decreto de 2009 deja "en manos de las distintas comunidades autónomas" las normativas sobre el uso de estos equipos y sobre la obligatoriedad de disponer de ellos en distintos lugares. Sin embargo, la Comunidad de Madrid "nunca ha dispuesto de normativa", expone.
No obstante, para Campo, lo mas importante no es pensar en comprar un desfibrilador, sino "en ser un espacio cardioprotegido", ya sea certificado o cumpliendo las recomendaciones de la Semst. Por ello, señala que es "fundamental" seguir los consejos de los distribuidores de desfibriladores que dan servicios globales, lo que "asegura la disposición de repuestos de forma inmediata".
En este sentido, el experto destaca que esta sociedad científica dispone en su web de información sobre aspectos importantes "que han de cumplir las entidades que adquieran uno de estos equipos". De esta manera, subraya la importancia de que el equipo "este señalizado", entre otros aspectos.