Epidemiólogos piden eliminar las diferencias entre CCAA en los programas de cribado neonatal

Prueba del talón
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 12 diciembre 2017 13:57

MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) han remitido un informe a todas las comunidades autónomas para que acaben la gran variabilidad actual en los programas de cribado neonatal, tanto en el número de enfermedades incluidas, muchas de ellas sin cumplir con los criterios exigidos, como en los protocolos y procedimientos utilizados.

Los programas de cribado neonatal comenzaron en los años 70, dirigidos específicamente a la detección precoz del hipotiroidismo congénito y la fenilcetonuria. En el año 2014 se incluyeron siete nuevas patologías, pero actualmente 11 comunidades y Ceuta y Melilla han incorporado un número mayor de enfermedades a sus programas de cribado, que forman parte de sus respectivas Carteras de Servicios complementarias. De hecho, actualmente son objeto de cribado un total de 42 enfermedades.

Por ello, esta sociedad científica reclama que se lleve a cabo una valoración y análisis crítico de estos programas en España y que se mejore la perspectiva poblacional y de salud pública en su planificación, gestión y evaluación.

"El objetivo final debería ser ofrecer a la población solo el cribado de aquellas patologías en las que se ha demostrado que el balance entre beneficios y efectos adversos está a favor de los beneficios", recoge el informe.

Asimismo, la SEE considera "imprescindible" mejorar la coordinación de los dispositivos organizativos que coordinan estos programas entre los sistemas de salud de los distintos territorios y propone recomendaciones en cinco ámbitos diferentes, desde la responsabilidad, la cartera de servicios, los procedimientos, el sistema de información y las consideraciones éticas.

Los epidemiólogos explican que se han desarrollado programas de detección precoz neonatal "de forma muy desigual, incluyendo nuevas patologías, en muchas ocasiones, sin un análisis previo del balance beneficio y riesgo o de la idoneidad y oportunidad de las nuevas inclusiones".

Y también apuntan que, en términos generales, no se han tenido en cuenta los requisitos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ni al conjunto de la comunidad científica para garantizar que los beneficios esperados compensen los posibles efectos adversos, como los falsos positivos y negativos, los sobre-diagnósticos o los sobre-tratamientos, entre otros.