MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los ensayos clínicos que se realizan actualmente para probar la eficacia de los tratamientos contra el VIH tienen grupos de población que están peor representados que otros, lo que conlleva que luego se den en las consultas situaciones más complejas que las que recogen las guías de práctica clínica.
Así lo ha asegurado Jesús Troya, especialista en Enfermedades Infecciosas del Hospital Infanta Leonor de Vallecas (Madrid), durante un encuentro organizado por MSD con el patrocinio científico del Grupo de Estudio en Sida (GeSIDA).
En este sentido, el Dr Troya apunta que "los pacientes seleccionados en los ensayos clínicos actuales difieren significativamente respecto a los que se encontraban hace años ya que, en la actualidad, el tratamiento se inicia de forma cada vez más precoz.
Esta situación ha llevado a que los pacientes en los ensayos clínicos de inicio tengan una inmunidad basal más favorable (en torno a los 500 CD4+) y sean minoritarios los registros por debajo de 200 CD4+.
También en los ensayos clínicos se ha visto una baja representación de mujeres, una situación acentuada en los últimos años debido a que la mayor incidencia de los nuevos diagnósticos por VIH se da en la población de hombres que tienen sexo con hombres (HSH).
Asimismo, los ensayos suelen excluir a los pacientes con edades extremas o comorbilidades importantes como los trasplantes, los cánceres y las infecciones oportunistas.
Esta situación hace que los clínicos se encuentren en el día a día "algunas situaciones complejas que no siempre están avaladas por estudios científicos", según Esteban Martínez, consultor senior en Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic, Profesor Asociado de la Universidad de Barcelona y coordinador de la reunión.
"Los pacientes con VIH de más edad o con otras patologías concomitantes existen, y debemos darles la mejor opción de tratamiento, pero en las guías no siempre encontramos evidencias contundentes y claras para todas las situaciones", ha explicado.
Asimismo, en el encuentro han destacado la necesidad de mejorar el diagnóstico precoz para que el tratamiento llegue a todos los pacientes con VIH que lo necesiten porque, "además de las ventajas personales, es la mejor manera de evitar la transmisión", según Martínez.