MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Consejo General de Colegios de Dentistas, Óscar Castro, ha recordado que el colutorio "no es un sustituto del cepillado", a la vez que ha asegurado que "la verdadera clave de la higiene oral" pasa por el cepillado, ya que "es la forma de eliminar la placa bacteriana, el microfilm que se forma en los dientes y en donde están las bacterias que provocan gingivitis y caries".
Así lo ha explicado en un análisis sobre el uso de colutorios que ha realizado la revista 'Consumer', donde ha indicado que, salvo prescripción médica, no son necesarios. "Pueden utilizarse siempre que no se trate de colutorios medicinales, es decir, que no tengan una indicación terapéutica específica", ha detallado.
Castro se refiere a los colutorios anticaries, antigingivitis, antisarro, antisépticos, blanqueadores o desensibilizantes. Para este tipo de enjuagues, las recomendaciones del Consejo de Dentistas son claras: únicamente deben usarse cuando el dentista lo prescribe, "ya que están indicados para cada situación clínica concreta y no son aptos para todos los pacientes. Por tanto, no se deben usar sin prescripción".
El uso de colutorios medicinales sin que estén prescritos por un profesional entraña diversos riesgos: altera la microbiota intestinal, puede interactuar con diversos medicamentos, puede desarrollar irritación en las mucosas y encías y puede enmascarar otros problemas de salud más graves.
En la revista recuerdan que más de la mitad de los españoles utiliza un enjuague bucal a diario, en concreto el 63 por ciento, tal y como recoge el Libro Blanco que publicó en 2023 el Consejo de Dentistas.
Según este Libro Blanco "es necesario insistir sobre la importancia de no utilizar los colutorios sin indicación y supervisión del dentista". Y más en el grupo de mayores de 65 años, en el que se detecta hasta un 72 por ciento de usuarios que los utilizan, al menos, de forma ocasional.
EFECTOS ADVERSOS
La boca es un ecosistema en el que se encuentran más de 700 especies diferentes de bacterias. "En cada milímetro de saliva encontramos decenas de millones de microorganismos. Es muy importante comprender que cumplen una función, y que hay algunos que pueden ser patógenos y otros beneficiosos. Es todo una cuestión de equilibrio", ha subrayado el investigador del Laboratorio de Microbioma Oral de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio), Alex Mira.
Este equilibrio puede alterarse con un uso excesivo o inadecuado de determinados colutorios. "Enjuagarse a diario con un producto antiséptico puede hacer que se desequilibre el balance de la microbiota en beneficio de los microorganismos patógenos. Porque un antiséptico va a eliminar tanto bacterias buenas como malas", ha advertido Óscar Castro.
Así, el uso continuado de este tipo de colutorios puede hacer que desaparezcan las bacterias que impiden el asentamiento de patógenos que provocan infecciones por cándidas u hongos. Además, algunos ingredientes de los colutorios pueden interactuar con otros medicamentos que esté tomando una persona, lo que puede provocar efectos secundarios no deseados o reducir la efectividad de los fármacos.
Ciertos colutorios pueden contener ingredientes que son demasiado fuertes o irritantes para las encías y tejidos blandos de la boca, lo que puede causar inflamación, enrojecimiento y dolor. Otros pueden aumentar la sensibilidad dental.
Por último, el uso de colutorios puede proporcionar alivio temporal de los síntomas, como el mal aliento o el dolor de garganta, pero no aborda la causa subyacente del problema. Esto puede llevar a un retraso en el diagnóstico y tratamiento adecuados de condiciones bucales más serias. Respecto al uso en niños, los dentistas recomiendan que los menores solo utilicen un enjuague bucal si así se lo prescribe un dentista y nunca por indicación paterna.
"El dentista puede indicar a un niño con tendencia a tener caries un colutorio con flúor que sirva como ayuda a la pasta de dientes. Además, debe tratarse de fórmulas suaves, no agresivas y que no contengan alcohol", ha recomendado Castro.
Además, es importante tener en cuenta que los menores de seis años no pueden usar estos productos. Antes de esa edad, el niño puede no haber desarrollado completamente sus reflejos para tragar, por lo que hay riesgo de ingesta", concluye el presidente del Consejo General de Colegios de Dentistas.