MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
El papel de los profesionales de enfermería es esencial en el tratamiento de los pacientes, sobre todo aquellos con enfermedad mental, para conseguir la recuperación funcional y sociolaboral de las personas con trastornos mentales graves.
Así lo han señalado durante la jornada 'Functioning Sharing Experience Centre' celebrada en Zamora, y que ha servido de punto de encuentro para abordar el modelo asistencial recular en pacientes.
El jefe del servicio de psiquiatría del Complejo Asistencial de Zamora, Manuel Franco, ha destacado que "el modelo asistencial reticular se constituye como un importante instrumento del sistema para el cumplimiento de los objetivos y mejora de la calidad de vida de las personas con enfermedad mental grave".
"Este modelo efectúa una revisión práctica del tratamiento comunitario que seguimos en el área de Zamora y que hemos denominado modelo reticular de salud mental; integra la atención a las personas con enfermedad mental, especialmente las que tienen una enfermedad mental grave y prolongada, en las áreas donde se encuentran más dificultades", ha señalado.
MODELO RETICULAR EN SALUD MENTAL
La implantación de este tratamiento en Zamora ha permitido que se reduzcan las estancias hospitalarias de los pacientes en más de un 60 por ciento.
El objetivo es incrementar la coordinación e integración entre la atención sanitaria y social y acercar los servicios a las personas "pudiendo atender la demanda de salud mental desde los propios centros de salud de primaria y con soporte domiciliario que favorece la monitorización y apoyo a las personas con enfermedad mental y sus familias", ha puntualizado el doctor.
Este sistema favorece la intervención de la red de salud mental en los propios territorios, "mejorando la accesibilidad a la atención y tratando de intervenir también en el entorno de la enfermedad".
El profesional de enfermería tiene, por tanto, un papel estratégico porque es el responsable de la gestión de los pacientes con enfermedad mental grave y prolongada y, además, ofrecen apoyo directo en todo momento.
"El enfermero es la primera línea de intervención en las personas con enfermedad mental grave y prolongada ya diagnosticadas y en tratamiento, de modo que cuando el paciente o su familia le ve peor, el primer contacto se hace con el profesional de enfermería", ha indicado el doctor Franco.
EL TRATO DEL ENFERMERO Y SUS HABILIDADES
El enfermero tiene un papel importante en el diagnóstico y tratamiento, así como en la monitorización de la medicación, control de efectos secundarios y primarios, y el impacto psicológico.
"Por otro lado, el soporte de 24 horas que da a este tipo de pacientes, evita muchas urgencias y situaciones límite, al poderse resolver de forma inmediata; el modelo reticular no se entendería sin el buen hacer de los profesionales de enfermería", ha asegurado el doctor Franco.
Por tanto, es fundamental buscar la complementariedad entre los profesionales de salud mental para que cada uno aporte elementos que sirvan para ofrecer un trabajo mejor.
En este sentido, el experto ha comentado que la "actividad de los profesionales de enfermería está permitiendo que psiquiatras y psicólogos puedan trabajar más y mejor con las personas con enfermedad mental grave y prolongada, lo que hace en sí mismo que este tipo de trabajo no pueda ser cuestionado en cuanto a su eficiencia".
RETOS PARA EL FUTURO
Uno de los retos del modelo es avanzar hacia la personalización de la intervención y conseguir la verdadera participación social de las personas con enfermedad mental grave y que sean participantes activos de la sociedad en todos los ámbitos de modo que la enfermedad quede solo en el ámbito sanitario.
"Hay que seguir avanzando en el modelo, y vemos también un importante camino a desarrollar el conseguir abordar bien la 'no enfermedad' o el malestar psíquico que con frecuencia se asocia a enfermedad y que precisa de apoyos, pero que no deben necesariamente enmarcarse en una enfermedad", ha concluido el doctor.